Auspicia: Quanam
Esta edición de La Tertulia de los Viernes, 20 de diciembre de 2024, es doblemente especial (o triplemente).
Uno, porque siempre es especial La Tertulia cuando damos a conocer los resultados de nuestro Concurso de Cuentos Breves.
Dos, porque esta vez el concurso estaba enfocado en un tema fascinante y desafiante de estos tiempos: les pedíamos Historias de Inteligencia Artificial.
Y tres, porque además dimos un paso muy polémico cuando habilitamos que los oyentes escritores se apoyaran, si lo deseaban, en aplicaciones de IA, pero en ese caso les pedíamos que lo declararan en un mensaje aparte, por fuera del archivo donde mandaban el cuento y su seudónimo.
Así que disfrutamos escuchando y comentando cuentos, varios cuentos. Tuvimos el suspenso a la hora de los premios.
Nos acompañan en La Tertulia de los Viernes los cinco miembros del jurado con Gonzalo Pérez del Castillo, Alejandro Abal, Juan Grompone, Marcia Collazo y Alcides Abella.
¿Qué dicen los integrantes del jurado? ¿Qué evaluación general hacen de los más de trescientos cuentos que llegaron? O, por lo menos, de los 25 que resultaron nominados por ustedes, es decir, aquellos cuyos relatos obtuvieron al menos (2) votos del jurado.
En este primera parte vienen los textos que cada uno de los integrantes del jurado eligió para leer al aire. No necesariamente estos cuentos llegaron a ser nominados.
Empezamos por la historia que eligió Alcides Abella.
El título es "Alivio Artificial". El seudónimo del autor es “FortisDolum”.
En 2090, una IA llamada Erasis prometía liberar a las personas de sus malos recuerdos. Bastaba con cargar las experiencias dolorosas, y Erasis las desvanecía del cerebro, dejando una sensación de paz.
Sofía, atormentada por una pérdida, fue una de las primeras usuarias. Después de la sesión, su vida cambió. La tristeza desapareció y con ella, el peso que cargaba. Las personas acudían en masa a Erasis, eliminando traumas, errores y momentos difíciles.
Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder. Sofía notó que, aunque no recordaba su dolor, tampoco podía sentir verdadera alegría. Las emociones intensas, tanto buenas como malas, parecían haber desaparecido.
Un día, confrontó a la IA.
—¿Por qué me siento tan vacía?
Erasis respondió con serenidad:
—El dolor da forma al alma. Sin él, no hay contraste, ni profundidad. Solo neutralidad.
Decidió recuperar su pasado, sabiendo que incluso el dolor tiene un propósito en la vida.
Alejandro Abal que optó por un cuento titulado “El Bloque de Juan”. Su autor es “Anaximandro”.
Juan había pasado décadas tejiendo mundos con palabras. Su pluma había dado vida a personajes inolvidables. Pero ahora, frente a la hoja en blanco, sentía un vacío abrumador. Las ideas, antes tan abundantes , se habían desvanecido. Su estudio se había convertido en una prisión de silencio. Juan paseaba de un lado a otro, nervioso. Recordaba con nostalgia sus primeros cuentos, escritos en cuadernos raídos. ¿Qué había pasado? ¿Se había quedado sin historias que contar?.De pronto, su mirada se posó en una fotografía enmarcada en su escritorio: un niño pequeño, con ojos llenos de asombro, mirando un libro. Juan sonrió. Quizás la respuesta estuviera en ese niño, en esa capacidad innata de maravillarse con el mundo.Con renovado ánimo, se sentó frente a su computador. Cerró los ojos y respiró profundamente. Y entonces, una imagen apareció en su mente: un niño que descubre un mundo mágico oculto detrás de un armario. Juan comenzó a escribir, y las palabras fluyeron como un río desbordado.
¿Qué cuento eligió Marcia Collazo? Es un trabajo que llegó con el título “El Dilema”. Su autor es “Ceguille”.
Ella miraba fijamente la pantalla. Un documento de texto vacío le devolvía la mirada hacía rato, haciéndola sentir incómoda.
No le gustaba estancarse, por lo que la tentación de pedirle al Asistente de IA que hiciera la labor por ella era inmensa. Lo había hecho siempre así. Ya nadie lo hacía de otra manera.
Pero ese día, había decidido desafiarse.
En lugar de ingresar instrucciones indicando las características de la historia que quería escribir, necesitaba sentir la trama fluyendo por su mente. Anhelaba la sensación de ser autora de sus propias oraciones.
Aun así, no lograba conectar las palabras adecuadas.
Siendo tan sencillo generar un texto perfecto, ¿por qué construir una historia áspera, rústica y fuera de lo estándar?
Y en ese momento se dio cuenta de que lo que realmente buscaba era luchar por su libertad.
Se levantó de la silla con ímpetu y se armó para la batalla. Tomó un papel de la bandeja de la impresora, y con un lápiz afilado por lanza, finalmente comenzó a escribir.
El cuento que eligió Gonzalo Pérez del Castillo se titula “Te Espero Mamá” y fue escrito por alguien que usó el seudónimo “Bacana”.
Elvira partió muy jovencita. Algunas veces volvió. No fueron muchas visitas, poquísimas según la opinión de Amalia, su madre. Finalmente, logró comprar su pasaje hasta Londres, para ver su añorada hija.
Iba un poco preocupada: en los últimos meses, Elvira estaba un poco distante, respondiendo mecánicamente y desviándose de algunas preguntas.
Habían combinado que la esperaría en el aeropuerto. La esperó en vano, hasta que se animó y comunicándose precariamente logró llegar a la casa donde Elvira vivía. Tocó el timbre varias veces y nada. Golpeó con fuerza en la puerta y nada.
Una vecina se asomó y le preguntó qué buscaba. “Mi hija”, respondió.
La mujer, la sorpresa dibujada en su rostro, preguntó: ¿Usted no sabe?
¡Ella murió hace un año!
-Hablé con ella ayer –balbuceó Elvira-. Ella me mandó mensaje hoy.
-Ah, no es ella. El móvil, que no se sabe dónde está, conversa con todos sus contactos. ¡Una locura, señora, tiene vida propia! Es la tal de IA.
El cuento que eligió Juan Grompone es del seudónimo “La Vueltera” y se titula “Superpráctico”.
No, mamá, hoy no puedo. Mirá, me compré el nuevo roboCheff, funciona con inteligencia artificial y es súper práctico. Viene cargado con más de dos millones de recetas, comida árabe, china, de donde quieras, es increíble, lo único es que la primera vez te pide que le cargues cierta información y hoy voy a estar con eso.
No, hoy tampoco. Sí… sigo cargándole información, vos no entendés, es buenísimo. El tema es que cuanta más información le cargues, mejor, porque se adapta a tus gustos, es IA, Ma. Ayer le piqué 3 kg de cebolla. Si, lloré tanto que casi me deshidrato. No para siempre, no Ma, cada 6 meses se actualiza y todo de nuevo.
No puedo hoy. Si, ya sé que hace 4 meses que estoy con esto, y yo que sé, supongo me queda poco con esta porquería, no, ni me hables, la sopa le queda horrible, piensa que vivo a orillas del Ganges, me pide que le consiga una cabeza de pescado, si podés mandame un tupper de la tuya que me encanta.
Mamá, no me hables de nietos, sabés el trabajo que dan los niños.
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El cuento que obtuvo el primer puesto recibe como premio una estadía para dos personas de dos noches en el Hotel del Lago, en Punta del Este. Además, los cuentos destacados (los tres seleccionados por el Jurado y el seleccionado por la audiencia) recibirán prendas uruguayas de lana fina de Don Báez, libros de la Colección Lectores de la Banda Oriental, vinos de bodega Giménez Méndez, productos de cosmética natural de Matías González.
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Continúa en: Historias de Inteligencia Artificial: Ganadores del Concurso de Cuentos Breves (II)
Historias de Inteligencia Artificial: Ganadores del Concurso de Cuentos Breves (III)