IM retiró papeleras de cinco plazas para eliminar residuos del espacio público

Foto: Javier Calvelo – adhocFOTOS

La Intendencia de Montevideo retiró el viernes las papeleras de cinco plazas de la ciudad como parte de un plan piloto que busca eliminar los residuos de los espacios públicos. 

Los puntos que ya no contarán con lugares para tirar basura son las plazas Pepe D’Elía, Argentina, Federico Chopin, de la Democracia y el parque lineal sobre calle Santa Mónica.

La comuna explicó en un comunicado que en estos lugares se reforzará la limpieza y se llevarán a cabo acciones de concientización con vecinos de la zona, instituciones y comercios. Esto incluye la entrega de bolsas lavables reutilizables para que las personas puedan depositar los residuos que generen en los espacios públicos y luego tirarlos en contenedores cercanos o en sus domicilios. 

Cuando se estaba preparando este plan, el director de Limpieza de la IM, Ignacio Lorenzo, dijo aquí En Perspectiva que las papeleras en lugares públicos son un foco problemático de la limpieza:

Lo que queremos primordialmente es que no haya presencia extendida de residuos en el espacio público . Allí es donde se generan problemas de limpieza. Nuestra observación muestra que las papeleras generan pequeños lugares de residuos alrededor. Tenemos casos en donde la frecuencia de recolección era la adecuada, pasaban uno o dos veces a cambiar la bolsa e igual había problemas. La idea es construir una lógica de “residuo custodiado”. Puede haber una cuadrilla con un recipiente móvil donde se puede depositar basura, pero como sucede en otras ciudades, si voy al espacio público me llevo mi bolsa, me llevo el residuo conmigo o lo deposito en un contenedor a una cuadra.

La Tertulia de los Lunes con Miguel Brechner, Martín Bueno, Ana Rivoir y Fernanda Sfeir.

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Candela Stewart

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1 Comentario

  • Hay noticias que me hacen preguntarme a dónde vamos como sociedad con dirigencia que piensa así y una población que les da crédito y discute seriamente estos disparates como si fueran genialidades. Yo creo que esto se presta más al humor, ya que no resiste el menor análisis. La nueva «reforma educativa» que se viene y esto me hacen pensar en el pensamiento hegemónico de la clase dirigente del Uruguay. Construimos zonas de confort a la medida de nuestras carencias. Cuando yo era jóven se decía de esta práctica «hacer de la necesidad una virtud».

    Vamos al grano:
    Según las autoridades la basura alrededor de las papeleras no es el signo inequívoco de que no se recoge suficientemente la basura, sino de que a pesar de hacerlo «lo suficiente, una o dos veces por día», la gente no entiende que cuando la papelera está llena se tiene que resignar a guardarse la basura y llevársela a su casa. Antes, con la papelera llena tiraban la basura alrededor. Pero ahora, cuando les saquen la papelera, la gente se van a llevar su bolsita «verde ABC» para la casa, repleta con la bolsa de las galletas, el papel de los bizcochos, la yerba del mate, las cáscaras de bananas, etc… toda la basura del picnic en la placita mientras el nene juega. Parece curioso que al mismo tiempo que se recrimina a la gente no llevarse la basura para su casa se le proponga como solución llevarse la basura para su casa. La contradicción de este razonamiento no importa, porque lo que importa es que ahora no hay que ocuparse más de esas papeleras y la culpa de que la plaza esté sucia será 100% de los usuarios.

    Otra contradicción bastante increíble: La bolsita verde ABC es reutilizable y gratuita. En los supermercados para lograr que la gente reutilice bolsas se hicieron onerosas, pero acá piensan que van a ser reutilizadas a pesar de ser gratis. ¿Qué análisis hicieron para pensar que lo que no funciona para el super funciona para la placita? En todo caso, la bolsita si termina pululando por las calles servirá como merchandising del ABC, como las columnas de los semáforos. Porque el ABC es el buque insignia de la gestión de Cosse y tiene su merchandising, ¡attenti!. Nota histórica: el acrónimo ABC era «Alumbrado, Basura y Calles», el lema que todo intendente tenía que atender para ser bien evaluado (lema pobrísimo, por cierto, pero mejor que nada). Por eso Cosse lo retoma y, ahora, resignificado como «Asistencia Básica a la Ciudadanía». No se confunda, la papelera no califica como «Asistencia Básica a la Ciudadanía», lo siento. Tal vez la B se basura se transformó en la B de bolsita.

    Bueno sugiere que el tema es similar al de los contenedores de basura, que se llenan y la gente tira la basura alrededor. El tema somos los montevideanos, porque somos sucios. ¿Sacaremos los contenedores, entonces? Si el contenedor está lleno, que la gente se lleve la bolsita para su casa y ahí será gente limpia. El principio es siempre que la culpa no es de quien no levanta la basura sino de quien la tira. En un apartamento acopiar basura no es tan fácil como las autoridades parecen creer. Ser limpio en la ciudad requiere ser sucio en la propia casa, por lo visto. Tengo una sugerencia: si hay basura orgánica en la bolsa, en la heladera se demora un poco la descomposición. Capaz que la comida huele mal, pero es el precio a pagar. Retomando lo que dice Bueno: lo sucio no es Montevideo, lo sucio es la densidad de población y también la necesidad de revolver la basura para vivir. Obviamente ese fenómeno está más presente en Montevideo que en Colonia, pero diría que hay zonas de la ciudad de Maldonado que hace tiempo se empiezan a parecer bastante a un barrio de Montevideo.

    Otra cosa similar: en Montevideo es proverbial la ausencia de baños públicos. En una época los bares dejaban pasar a no clientes. Los baños eran un asco, pero eran gratuitos y suplían al servicio que la I(M)M no daba y sigue sin dar (en esa época era IMM y no IM). La IMM subió los impuestos y los baristas, que ya estaban hartos de tener baños nauseabundos en un lugar en el que se expende comida, decidieron que se terminaba ese servicio. Ahora no dejan entrar a nadie que no consuma pero limpian los baños. Es curioso incluso lo poco que se orina y se defeca por las calles a pesar de que la gente no tiene adonde ir. Y más aún si tenemos en cuenta toda la gente que vive en la calle, que por supuesto es cada vez más. En París, para poder resolver ese problema, los baños públicos de SCDecaux (los mismos de los que tenemos 3 o 4 ejemplares en Montevideo, casi siempre fuera de servicio) se hicieron gratuitos. Y hay cientos por toda la ciudad y funcionan…. al igual que miles de papeleras que se viven limpiando aunque se llenen de mugre alrededor. Porque una gran urbe vive luchando contra la basura, no hay soluciones que hagan desaparecer el problema. ¡Qué poco que da Montevideo a la población! ¿Podríamos entregar bolsitas para suplir los baños públicos que no tenemos ni tendremos nunca? Que sean verde ABC, eso sí. ¿Reutilizables? Mmmm, bueno, capaz que podemos hacer una excepción. Perdón por el humor… pero creo que hay que entender de una vez que los problemas de las ciudades son colectivos y no se arreglan devolviéndoselos al individuo. Es curioso cómo la izquierda se aferra a este discurso individualista porque le rinde para sacarse responsabilidades de encima.

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