
Foto: Redes sociales
La Tertulia de los Jueves con
Cecilia Eguiluz, Miguel Fernández Galeano, Ana Laura Pérez y Daniel Supervielle

Un episodio inesperado sacudió esta semana al Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa): el presidente del organismo, Jaime Saavedra, presentó su renuncia apenas horas antes del acto de asunción de las nuevas autoridades. La situación generó sorpresa e incertidumbre, al punto que el evento debió suspenderse.
Sin embargo, la renuncia no se concretó. A pedido del presidente Yamandú Orsi, Saavedra accedió a permanecer en el cargo. El respaldo fue confirmado también por el secretario de Presidencia, Alejandro “Pacha” Sánchez, con quien el jerarca se reunió esa misma tarde en la Torre Ejecutiva, por indicación de Orsi. Desde el gobierno aseguran que Saavedra cuenta con “total y absoluto” apoyo.
La semana pasada, cuando lo entrevistamos aquí, En Perspectiva y lo consultamos sobre los desafíos de la nueva gestión, Saavedra destacó que el Inisa tiene más de 400 jóvenes en medidas alternativas y menos de 300 en privación de libertad y expresó: “Si no podemos con 800, entonces cerramos el país”. Para ello, insistió en dos ideas clave: restaurar la autoridad y “abrir” el Inisa al resto de la sociedad.
“Pero tienen que entrar, conocer a los gurises y empezar a quererlos. Y se van a sorprender gratamente. Hay nueve de cada diez que, si Dios quiere, van a encontrar su rumbo. Son poquitos… estamos hablando de 800. Ponele que hay cincuenta, sesenta, setenta que son muy complicados, que no podemos hacer mucho. Al resto lo vamos a llevar de la mano, y van a encontrar su rumbo. Pero tenemos que estar todos atrás”.
Según trascendió, el trasfondo del conflicto en el Inisa está en las tensiones internas con el vicepresidente Eugenio Acosta, quien ha votado en varias ocasiones junto al director de la oposición, Ángel Fachinetti, y en contra de Saavedra. El episodio más reciente fue la aprobación de tres ascensos en centros de reclusión juvenil, que Saavedra consideró contrarios a los principios que definido para su gestión.
Más allá de este hecho puntual, las diferencias entre ambos jerarcas están relacionadas con el perfil que debe tener la institución, especialmente en cuanto a la priorización de los procesos educativos para los adolescentes.
Desde Presidencia de la República aseguran que no está previsto que ninguno de los dos jerarcas abandone el organismo, y que en las próximas horas intentarán acercar posiciones.
¿Cómo leen los tertulianos este episodio en clave política? ¿Cuán sostenible es una gestión con un directorio dividido? ¿Qué señales deja este caso sobre el rumbo del gobierno en cuanto a la rehabilitación de los jóvenes infractores?
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