Pese a la polémica que provocó su decisión, vecinos de Toledo, en Canelones, continúan patrullando las calles de la ciudad desde el jueves pasado en busca de delincuentes. Lo hacen munidos de chalecos antibalas, precintos de plástico para usar como esposas y gas pimienta, pero no armas letales.
La iniciativa fue del edil colorado Alfredo Silva y consiste en realizar un patrullaje vecinal diario de 18 a 2 de la mañana, en grupos de cuatro horas cada uno. Ya son unas 50 las personas que forman parte de estas recorridas, que bautizaron como “rondas vecinales” y en las que se utilizan 10 vehículos particulares.
Según el diario El País, este grupo de vigilantes está conformado por hombres y mujeres de distinto origen y profesión: hay amas de casa, empresarios y miembros de las fuerzas armadas y de la policía en situación de retiro. Los gastos son cubiertos mediante colectas populares y aportes de comerciantes.
Según los organizadores, el objetivo es “ayudar” a la Policía en la identificación de matrículas de vehículos sospechosos, y también, eventualmente, capturar a quienes estén cometiendo, o por cometer, un delito.
La Mesa de los Miércoles con Teresa Herrera, Guillermo Fossati, Daniel Supervielle y Fernando Butazzoni.
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