Foto: BRUNO KAIUCA / AFP
El racismo en el deporte fue noticia esta semana, a raíz de los insultos que recibió el futbolista brasileño Vinicius, durante el partido que su cuadro, el Real Madrid, disputó contra el Valencia, por la liga de España.
En el partido, que se jugó el pasado domingo en el estadio Mestalla, de la ciudad de Valencia, Vinicius fue objeto de gestos e insultos que lo describían como a un mono. El jugador, que quedó visiblemente afectado, terminó expulsado por una falta.
El lunes las críticas arreciaron contra la Federación Española de Fútbol, que viene siendo muy cuestionada por no tomar acciones ejemplarizantes para combatir el racismo. Por ejemplo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, solicitó al gobierno de España medidas contra el “fascismo y el racismo” en los estadios. En el mismo sentido se pronunció el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Turk.
En medio de la polémica, la Federación Española de Fútbol decidió dejar sin efecto la tarjeta roja que había recibido Vinicius en el partido. Y, por otro lado, resolvió clausurar por cinco encuentros la tribuna del estadio Mestalla desde donde partieron los insultos. La fiscalía española además inició una investigación por delitos de odio.
Aquí en Uruguay, el racismo en el deporte también fue noticia. Luego de la quinta final de la Liga Uruguaya de Basketball, entre Nacional y Hebraica Macabi, varios hinchas del club albo publicaron tuits antisemitas en redes sociales. El Comité Central Israelita evalúa presentar una denuncia penal por esas publicaciones. Nacional en tanto, repudió los insultos en un comunicado.
La Mesa de los Viernes con Eleonora Navatta, Alejandro Abal, Juan Grompone y Gonzalo Pérez del Castillo.
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