Este martes el secretario general de la OEA, Luis Almagro, redobló la apuesta en el enfrentamiento que mantiene hace meses con el presidente venezolano Nicolás Maduro.
Ese día el diplomático uruguayo anunció la convocatoria a una "sesión urgente" del Consejo Permanente de la organización para discutir la “alteración del orden constitucional en Venezuela”, una instancia prevista en la Carta Democrática Interamericana.
La decisión de Almagro, que puede implicar incluso la suspensión de Venezuela como miembro de la OEA, tuvo repercusiones en Caracas per también en Montevideo.
En nuestro país, dirigentes del MPP y del sector Compromiso Frenteamplista criticaron al ex canciller porque entienden que en el país caribeño no se está alterando el orden democrático. El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, en cambio, defendió a Almagro porque –destacó– está impulsando una salida diplomática “colectiva” a la crisis venezolana.
Mientras tanto, el presidente Maduro volvió a acusar a Almagro de ser un agente intervencionista. Al mismo tiempo, se mostró dispuesto a seguir dialogando con tres ex presidentes que cuentan con el respaldo de la Unasur para negociar con la oposición y el oficialismo. El grupo está compuesto por los ex presidentes de España José Luis Rodríguez Zapatero, de Panamá Martín Torrijos y de República Dominicana Leonel Fernández.
Esta iniciativa fue apoyada también por las cancillerías de Argentina, Colombia, Chile y Uruguay, que dieron a conocer un comunicado conjunto, en el que, además, respaldaron el recurso del referéndum revocatorio, que impulsa la oposición venezolana, como una alternativa para canalizar la situación política de manera constitucional.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de los Jueves con Fernando Butazzoni, Antonio Mercader, Carlos Ramela y Miguel Fernández Galeano.
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