

La Tertulia de los Viernes con
Víctor Ganón, Juan Grompone,
Rafael Mandressi y Ana Ribeiro

En el escenario internacional, en las últimas semanas dio mucho que hablar el documento que publicó el viernes 5 el gobierno de Donald Trump en el que redefine la estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Entre otros puntos, se anticipa la "desaparición de la civilización" europea y se aboga por la lucha contra las "migraciones masivas" y la restauración del "predominio estadounidense en América Latina".
Concebida para desarrollar la visión "America First" (Estados Unidos Primero) de Trump, la nueva estrategia marca una reorientación de su política de los últimos años, centrada en Asia, aunque sigue identificando a China como su principal competidor.
Documento | Estrategia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (Noviembre 2025) by En Perspectiva En Perspectiva
En el texto se afirma que Estados Unidos aplicará un "Corolario Trump" a la Doctrina Monroe, de la década de 1820, cuando Washington consolidó su hegemonía frente a los europeos en América Latina, a la que consideraba su "patio trasero".
El documennto dice: “Después de años de abandono, Estados Unidos reafirmará y hará cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental, y para proteger nuestra patria y nuestro acceso a geografías clave en toda la región. Negaremos a los competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales, en nuestro Hemisferio.
La Casa Blanca no enumera “a los competidores no hemisféricos”, pero sus nombres son obvios: China, Rusia, Corea del Norte e Irán. Y en este contexto geopolítico se debe añadir a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua como proxies de Xi, Vladimir Putin, Kim Jong-un y Ali Khamenei.
¿Qué les parece si refrescamos la memoria de los oyentes? ¿Qué fue aquella Doctrina Monroe?
La Doctrina Monroe fue enunciada en 1823 como una declaración de política exterior de Estados Unidos frente a las potencias europeas, en un momento en que gran parte de América Latina atravesaba procesos de independencia. Bajo la consigna “América para los americanos”, planteaba el rechazo a nuevas formas de colonización en el hemisferio, pero al mismo tiempo sentaba las bases de una relación asimétrica entre Estados Unidos y el resto del continente. Washington consolidó su hegemonía frente a los europeos en América Latina, a la que consideraba su "patio trasero".









