
Auspicia: BBVA, McDonald’s, Bodega Cerro Chapeu y UPM
Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS
Uruguay es uno de los principales consumidores de yerba mate a nivel mundial. Esto no es una sorpresa: tomar mate es quizás la tradición que más representa a los uruguayos, considerado un símbolo de la identidad nacional.
Según datos de la consultora Id Retail de 2019, se estima que en el país se consume alrededor de 10 kilos de yerba mate per cápita al año.
De todos modos, en el país no se produce yerba a escalas industriales. Uruguay es también uno de los principales importadores de este producto, sobre todo de las yerbas producidas en el sur de Brasil.
Dado los altos niveles de consumo, ¿sería una oportunidad la producción local?
El árbol de la yerba mate, el Illex Paraguayensis, crece de manera silvestre en ciertas partes del territorio, como en zonas de quebradas donde los yuyos están protegidos pero de todas formas reciben agua. En algunas de estas zonas, como en la Quebrada de los Cuervos, existen iniciativas con el propósito de cultivar la yerba y eleborar un modelo de producción artesanal para consumo casero.
Pero, ¿sería posible una producción de yerba mate a escalas industriales en nuestro país?
Fundamentalmente, hay razones ambientales y económicas que dan respuesta a esta pregunta.
Resulta paradójico que un país tan matero y con tanta superficie cultivable como Uruguay no cuente con una producción industrial de yerba mate.
Para entender este tema, conversamos En Perspectiva en La Mesa Verde: Pablo Speranza, decano de la Facultad de Agronomía de la Udelar; Elena Castiñieira Latorre, licenciada en Ciencias Biológicas y doctora en Ciencias Naturales, especializada en etnobotánica aplicada a la conservación, e investigadora; y José Puigdeval, apicultor, viverista, participante de la ONG Pindó Azul, Quebrada de los Cuervos, en el departamento de Treinta y Tres.