Auspicia: BBVA, McDonald’s, Bodega Cerro Chapeu y UPM
Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS
En una nueva edición de La Mesa Verde hablamos sobre cómo la movilidad de la ciudad se transformó en una fuente de contaminación sonora y qué desafíos implica reducirla.
El ruido del tránsito dejó de ser un simple telón de fondo urbano para convertirse en uno de los principales factores que afectan el bienestar en Montevideo.
Motos, autos y ómnibus generan niveles sonoros que superan con frecuencia los límites recomendados.
El tránsito urbano se ha convertido en una de las principales fuentes de ruido ambiental en Uruguay.
Las estadísticas acumuladas durante casi tres décadas indican que las motos, automóviles y ómnibus generan niveles de sonido que, con frecuencia, superan los estándares internacionales de salud y convivencia. Los escapes adulterados y el uso intensivo de bocinas aparecen sistemáticamente como elementos determinantes en los picos de nivel sonoro.
Según estudios realizados por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República y otros colaboradores, la contaminación acústica generada por el tránsito no solo constituye un problema técnico, si no que está estrechamente vinculada con la calidad de vida urbana.
Esta relación se evidencia en la persistente exposición de la población a niveles sonoros que afectan el descanso, elevan el estrés y deterioran la concentración.
¿Cómo estamos en materia de contaminación sonora en las principales ciudades de Uruguay? ¿Qué problemas genera esto? ¿Qué medidas pueden ayudar a mitigar su impacto?
Romina Andrioli conversó con:
Lic. Daniel Arbulo. Titular de la Defensoría de Vecinas y Vecinos de Montevideo.
César García. Técnico en Comunicación Social, consejero del Congreso de Intendentes.
Dra. Ing. Elizabeth González. Ingeniera Civil (Opción Hidráulica y Sanitaria), post-grado en Formación Ambiental, magister en Ingeniería y Doctorado en Ingeniería Ambiental con Tesis sobre Contaminación Sonora.
