Sérgio Moro, exjuez y actual ministro de Justicia de Brasil, afirmó ayer durante una comparecencia voluntaria ante el Senado que los supuestos diálogos filtrados por The Intercept constituyen un ataque "sensacionalista" y un "revanchismo" por su trabajo, pero además "no cuestionan su imparcialidad al frente de la operación Lava Jato".
"Hubo una invasión criminal de teléfonos celulares por parte de un grupo organizado con el objetivo de invalidar condenas por corrupción y lavado de dinero u obstruir investigaciones en curso, que pueden afectar a personas poderosas, o simplemente atacar las instituciones brasileñas."
Hace diez días, cuando se conoció la primera filtración de presuntos mensajes entre Moro y fiscales de Lava Jato, quedó en duda la imparcialidad del exjuez de lo que fue la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil; además surgieron elementos para interpretar que Moro pudo haber conspirado para mantener al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva fuera de la carrera presidencial en 2018.
Según The Intercept, los mensajes "muestran, entre otros elementos, que los fiscales de Lava Jato hablaban abiertamente sobre su deseo de impedir la victoria electoral del Partido de los Trabajadores (PT)" y que "el juez Sérgio Moro colaboró de forma secreta y antiética con los fiscales de la operación para ayudar a montar la acusación contra Lula".
Aunque no reconoce la autenticidad de los mensajes, Moro asegura que, de ser verdaderos, no denotan ninguna actitud incorrecta de su parte. El ministro desafió a los periodistas de The Intercept a que “presenten todo el material que tienen” y agregó que "si aparece alguna irregularidad, no tendré problema en apartarme del cargo".
La Mesa de los Jueves con Carlos Ramela, Gonzalo Baroni, Lilián Celiberti y Martín Couto.
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Foto en Home: Sérgio Moro. Crédito: Mauro Pimentel / AFP
