Tres días antes del Día Internacional de la Mujer, la vicepresidente Lucía Topolansky se definió como “defensora de las mujeres” pero no feminista, porque no le gustan “los extremos”. Confesó, además, que teme que la pelea por la igualdad termine en una guerra.
Concretamente, Topolansky dijo: “Temo que un adolescente de 15 o 16 años no entienda que la vida no es de un solo género, y que si bien los derechos de todos son iguales, lo importante es generar la armonía y la convivencia. A veces tengo miedo —capaz es un problema mío— de que esa persona pueda quedar condicionada y finalmente no encuentre la felicidad en una pareja”.
En la entrevista, publicada el domingo en el diario El País, dijo también que nunca sufrió machismo en la política y que en el Parlamento sintió más discriminación por no tener título universitario que por género. En otro orden, opinió que la fórmula presidencial del Frente Amplio no tiene que contar necesariamente con una mujer. Ella está convencida de que la clave para imponerse y mostrarse es “andar a los codazos”, sin pedir permiso.
La Mesa con Martina Sanguinetti, Carmen Asiaín, Pablo Carrasco y Gabriel Mazzarovich.
[la_mesa type="1″]
