Foto: AFP
El presidente argentino, Javier Milei, no pasó desapercibido esta semana en Río de Janeiro, donde sesionó entre lunes y martes la Cumbre del G20, que reúne a las principales economías del mundo.
Para Milei, la primera jornada estuvo marcada por el momento tenso que se vivió cuando llegó a la sede de la cumbre y fue recibido por el mandatario anfitrión, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, que se limitó a darle la mano y posar con él para la foto oficial. El telón de fondo era la mala relación que existe entre ambos desde el año pasado, en la campaña electoral argentina, cuando Mileí calificó a Lula “de corrupto” y “comunista”.
En su primer discurso, Milei dejó en claro que estaba en contra de la agenda que Da Silva impulsaba en la cumbre, principalmente la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, y las iniciativas para cobrar impuestos a las grandes fortunas.
"Lo único que funciona para sacar a miles de millones de la pobreza es el capitalismo de libre empresa".
De todos modos, Argentina finalmente adhirió a la declaración final de la Cumbre que incluyó los puntos que Milei cuestionaba. De todas formas, la Casa Rosada, emitió un comunicado donde dejó constancia de sus discrepancias. Entre otras cosas, Argentina se declaró en contra de los impuestos a los “súper ricos” ya que “implica un trato desigual frente a la ley”.
Por otra parte, pese a los choques con Lula, el gobierno de Milei logró firmar un importante acuerdo comercial con Brasil. Los países pactaron desarrollar infraestructura para que el gas del Yacimiento de Vaca Muerta sea exportado a Brasil a partir de 2025.
Por último, ayer Milei se reunió con el presidente Chino Xi Jinping, en un encuentro en el que ambos manifestaron interés en ampliar las relaciones comerciales. Allí también hubo algo de sorpresa teniendo en cuenta la forma negativa en que Milei se expresba con respecto a los vinculos con países comunistas, como China, mientras era candidato a la Presidencia.
La Mesa de Análisis Internacional con Gonzalo Pérez del Castillo, Leo Harari (en Uruguay) y Fernando Gutiérrez (desde Argentina).
Continúa en: ¿Qué se juega Lula en la Cumbre del G20?