Casi medio millón de brasileños vestidos con el verde y amarillo de la bandera nacional se volcaron ayer a las calles para exigir la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff.
Se trata de la tercera gran protesta contra el gobierno en seis meses, la que se desarrolló en ciudades como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Bahía, Bello Horizonte, Belén y otras ciudades.
Por primera vez, el senador Aecio Neves, líder del PSDB, el principal partido de la oposición, participó en la protesta de Belo Horizonte. "Brasil despertó. Es el pueblo en la calle que permitirá la superación de la crisis. No este gobierno que no tiene más autoridad ni credibilidad", lanzó desde un camión de sonido.
"¡Basta de tanta corrupción! ¡Mi partido es Brasil!", gritó Neves, que en octubre del año pasado perdió el balotaje contra Rousseff por apenas 3 puntos porcentuales.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa con Martín Couto, Fernando Scrigna, Hoenir Sarthou y Alejandro Sciarra.
