Una mujer de 24 años fue liberada en los últimos días después de haber pasado 22 meses en la cárcel por matar a su esposo.
En setiembre de 2013, el juez Gabriel Ohanian había aceptado la recomendación de la Fiscal Diana Salvo de procesar con prisión a la mujer, luego que le disparara al hombre causándole la muerte.
El juez no hizo lugar, en esa instancia, al argumento del abogado de la mujer que entendía que se estaba ante un caso de legítima defensa ya que el hombre, casi 30 años mayor que ella, era violento y frecuentemente la golpeaba.
El diario El Observador relataba ayer lo que sucedió en aquella madrugada de setiembre de 2013.
“La mujer, que otras veces había sido víctima de violencia doméstica, temió por su vida y agarró el revólver calibre 38 que su compañero guardaba en la mesa de luz. La pareja mantenía un vínculo de por sí complicado, ya que se habían conocido cuando él, “que la obligaba a prostituirse”, comenzó a venderle pasta base, droga a la que ella era adicta desde hacía varios años.
La mujer esperó en el cuarto. Cuando el hombre entró insultándola intentó asustarlo con el revólver. No tuvo éxito y forcejearon. El arma se disparó. Él cayó fulminado por un tiro en el pecho y ella fue a la cárcel por el delito de homicidio culpable por decisión del juez Gabriel Ohanian y a pedido de la fiscal Diana Salvo.
Tras revisar el caso, la fiscal Stella Llorente resolvió en los últimos días dejar sin efecto la imputación inicial de homicidio y concluyó que el caso encuadra en la figura de la legítima defensa. Por esa razón el juez Gustavo Iribarren cerró el caso y ordenó su excarcelación.
El abogado de la mujer, Nicolás Pereyra, anunció que debido a lo que ha tenido que vivir en estos casi dos años de reclusión, demandará al Poder Judicial por US$ 66.900.
