El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó anoche el cierre del importante paso limítrofe de Paraguachón, en la frontera norte con Colombia, y el despliegue de 3.000 efectivos militares más en tres municipios del Estado de Zulia.
De todos modos, tanto Maduro como el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos dijeron ayer por separado que están abiertos a la mediación de los vecinos sudamericanos para acercar posiciones.
El mandatario colombiano reveló que la semana pasada habló con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, quien le "ofreció sus buenos oficios para facilitar el diálogo con Venezuela". "Acepté su ofrecimiento y le comuniqué que estaba dispuesto a que esta reunión fuera, inclusive, en Montevideo si él lo consideraba necesario", añadió.
Por su parte Maduro dijo en la noche de este lunes que "aceptaba la mediación del gobierno de Brasil y de Argentina". "Me propusieron, a nombre de la presidenta (brasileña) Dilma Rousseff y la presidenta (argentina) Cristina Fernández, una reunión o en Manaos o en Buenos Aires entre usted y yo", dijo dirigiéndose a Santos.
La crisis fronteriza comenzó el 19 de agosto con la decisión del gobierno de Venezuela de cerrar una parte de la frontera, tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el presidente Nicolás Maduro atribuyó a "paramilitares colombianos".
Desde entonces, se produjeron 1.355 deportaciones de ciudadanos colombianos que vivían en territorio venezolano. Además, otros 15.000 colombianos han huido de Venezuela por miedo a ser expulsados sin sus familias o sus pertenencias, según datos de Naciones Unidas.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa Internacional con Nicolás Albertoni, Rafael Mandressi, Susana Mangana y Julieta Radich.
