Foto: AFP
La Tertulia de los Miércoles con
Valentina Arlegui, Gabriel Budiño,
Patricia González y Elena Grauert
El presidente de la República, Yamandú Orsi, debutó ayer como orador en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En un contexto de crecientes tensiones globales, Orsi se presentó como la voz de un país pequeño pero con una tradición firme en defensa del multilateralismo, los derechos humanos y la paz.
El mandatario se refirió al tema del conflicto en Medio Oriente e hizo un llamado a suspender operaciones militares, proteger a civiles inocentes y liberar a rehenes.
“Condenamos toda forma de terrorismo, ya que constituye, entre otras cosas, una despreciable actitud de cobardía. Existe otra lógica actual y es la que nos lleva a que el objetivo central en las guerras actuales pareciera ser la práctica sistemática del exterminio. El fin nunca, nunca justifica los medios. Debemos desterrar aquel viejo precepto de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Toda guerra es criminal sin importar dónde ocurra, sin importar el Dios que se invoque para justificarla y merecerá siempre nuestra más visceral condena. Es cierto que toda nación tiene el derecho a un territorio y a un gobierno. Es cierto que tiene derecho a establecer un nivel de autodeterminación que le permita la convivencia con los demás pueblos. Eso es real. Y el valor de las Naciones Unidas es justamente garantizar que estos principios se concreten de manera pacífica y civilizada”.
Además, reivindicó el perfil histórico de Uruguay como país neutral, mediador y comprometido con la solución pacífica de los conflictos, y se ofreció formalmente como anfitrión de negociaciones internacionales. Dijo que Uruguay está “preparado” para ese desafío, no por su poder militar o económico, sino por su vocación de diálogo, tolerancia y paz.
“Bien saben las naciones que integran esta asamblea que mi pequeño país está muy lejos de caracterizarse por su poderío militar o su predominio económico y es allí, paradojalmente, que reside nuestra fortaleza porque somos incapaces de estorbar a nadie. Por el contrario, nuestra fortaleza radica en capacidades intangibles pero que este mundo mucho necesita porque somos un país muy confiable en la promoción del diálogo y de la paz. En primer lugar, porque estos principios nos definen como República y se expresan en el respeto a la separación de poderes y el Estado de Derecho, la fortaleza del sistema democrático y el respeto y promoción de los derechos humanos y la equidad social, entre otros”
También recordó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, destacó que luego de 77 años sigue siendo un "manifiesto revolucionario" aunque lamentó que el mundo esté "lejos" de esos principios y dijo que los "principios de libertad e igualdad" aparecen cada día "más divorciados".
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