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Por ejemplo, la semana pasada, Alemania aprobó una serie de medidas que facilitan la deportación de los solicitantes de asilo rechazados por las autoridades de ese país. Las normas dan más facultades a la policía para buscar a personas que tengan la orden de abandonar el país e identificar a los migrantes. Además, establecen que la duración máxima de retención antes de la expulsión pasa de 10 a 28 días, para dar a las autoridades más tiempo para organizar las expulsiones.
En Francia, el gobierno de Emmanuel Macron se apresta a promulgar esta semana una ley que vuelven más exigentes las condiciones para que los migrantes legales puedan acceder a ayudas sociales. Esta norma, que tuvo el apoyo de la ultraderecha liderada por Marine Le Pen, está provocando manifestaciones en varias ciudades francesas.
Suecia también se está sumando a este endurecimiento. Allí elgobierno de centro derecha está tramitando disposiciones que dificultan el acceso a subsidios para migrantes no europeos, y obligan a varios funcionarios públicos a denunciar a inmigrantes sin papeles. En Italia ya rigen normas similares, y en el Reino Unido el gobierno de Rishi Sunak insiste en aprobar un proyecto de ley para deportar a solicitantes de asilo rumbo a Ruanda.
¿Que significa esta nueva tendencia de las políticas migratorias en Europa?
La Mesa Internacional con Gustavo Calvo y Leonel Harari.