Foto: Hector RETAMAL / AFP
El gobierno chino celebró ayer el centenario del Partido Comunista de ese país con una fastuosa ceremonia que tuvo lugar en la Plaza Tiananmen de Pekín.
En la puerta de la plaza, donde se proclamó la República Popular en 1949, el presidente Xi Jinping dio un discurso en el que apeló al patriotismo e hizo reflexiones indirectas hacia Occidente.
"El pueblo chino se ha levantado" y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones, es "irreversible". "¡El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido ha terminado para siempre!", dijo Xi.
Tras hacer referencia a las guerras del Opio, el colonialismo occidental y la invasión japonesa (1931-1945), Xi Jinping elogió al Partido Comunista de China (PCC) por mejorar el nivel de vida de la población y restablecer el orgullo nacional. "El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras le intimiden y le opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1.400 millones de chinos", agregó Xi.
Los logros en desarrollo económico y social están siendo el gran tema que domina los homenajes en China. En cambio, como cabía esperar, no figuran en la agenda las decenas de millones de muertes que dejaron las campañas económicas y políticas de Mao, desde el Gran Salto Adelante (1958) hasta la Revolución cultural (1966) ni tampoco las víctimas de la represión de las manifestaciones prodemocracia de 1989 en esa misma plaza Tiananmen.
La Tertulia de los Viernes con Gonzalo Pérez del Castillo, Alejandro Abal, Juan Grompone y Susana Mangana.
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