La Tertulia de los Lunes con
Matías Bordaberry, Juan Erosa,
Eleonora Navatta y Tomás Teijeiro
Una nueva polémica política se generó luego de que el gobierno resolviera poner en pausa el acuerdo entre la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y la Universidad Hebrea de Jerusalén para instalar una Oficina de Innovación y Emprendimiento en Israel.
El canciller Mario Lubetkin dijo que se resolvió un impasse “por la situación que se está dando en Medio Oriente”, en referencia a la guerra en Gaza. El presidente de la ANII, Álvaro Brunini, sostuvo que fue una decisión tomada en conjunto con el Poder Ejecutivo.
El proyecto había sido impulsado por la administración de Luis Lacalle Pou, que en 2023 firmó un memorando de entendimiento y transfirió 129 mil dólares para el alquiler de la oficina y cursos de capacitación, que nunca se dictaron por falta de presupuesto operativo.
Repercusiones sobre la Oficina de Innovación y Emprendimiento en Israel
La iniciativa fue cuestionada en aquel momento por el Frente Amplio, la Universidad de la República y otras organizaciones, que pidieron suspenderla ante la ofensiva israelí en territorio palestino.
Tras la suspensión del convenio entre la ANII y la Universidad de Jerusalén, el senador nacionalista Javier García anunció que pedirá citar al canciller Mario Lubetkin a la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta.
En un posteo en sus redes sociales García afirmó que la decisión del Ejecutivo responde a “razones ideológicas” vinculadas a la postura “anti-Israel” del gobierno brasileño, apoyada por “los sectores más radicales del MPP y el Frente Amplio”.
"La política exterior de Uruguay está dirigida por Lula (da Silva) y Brasil (…) No es una decisión de la ANII, es política y de gobierno. Entregamos la política exterior a Brasil, una Cisplatina ideológica”, apuntó el legislador nacionalista.
Por el mismo tema, el diputado colorado Felipe Schipani convocó a las autoridades de la ANII a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes.
El legislador busca que informen el alcance de la suspensión del acuerdo, si hay plazos para su reactivación y qué efectos podría tener en los proyectos de cooperación internacional y en el sistema nacional de investigación e innovación.
En tanto, la Embajada de Israel en Uruguay lamentó la decisión del gobierno, destacó que el convenio “representa una valiosa oportunidad de colaboración en ciencia, tecnología e innovación entre dos naciones amigas” y recordó que la Universidad Hebrea fue fundada hace un siglo, “mucho antes de la creación del Estado de Israel”, por figuras como Albert Einstein.
“El amparo en eventuales desacuerdos políticos en detrimento de la cooperación científica resulta desafortunado”, señaló la embajada, que expresó su confianza en que la colaboración pueda retomarse pronto en beneficio de las comunidades académicas y emprendedoras de ambos países.
Además, el uruguayo-israelí Salomón Vilensky, uno de los asesores de la oficina de innovación de la ANII en Jerusalén, presentó su “renuncia irrevocable”, a raíz de la decisión del gobierno de pausar el convenio.
En una carta enviada al presidente de la ANII, Álvaro Brunini, Vilensky calificó la medida como un “grave error histórico” y cuestionó la falta de comunicación con los asesores, quienes –dijo– se enteraron “por el diario”.
Sostuvo que la oficina era “un puente con una de las universidades que están en los primeros puestos del ranking mundial” y que su cierre “perjudica también a los uruguayos que podrían haber aprovechado ese vínculo”.
El exasesor aclaró que no comparte todas las decisiones del gobierno israelí, pero reprochó que Uruguay adoptara una postura “muy inclinada hacia un solo lado, sin buscar un equilibrio real”.
Luego, en declaraciones a Subrayado, Vilensky fue muy critico con el canciller Mario Lubetkin: lo acusó de soberbio, de querer “mostrar que no es judío, cuando es judío”, de no estar capacitado para el cargo de ministro y hasta lo insultó directamente:
“¿Viste cuando te dicen judío de mierda? Bueno, no se refieren solamente a mí, se refieren también a él. Ahora, cuando se refieren a mí y a él, hay una sola verdad: que él sí es un judío de mierda. Porque verdaderamente el tipo se comporta de manera que no apoya a ninguna causa, que apoya a nadie. Querer traer palestinos a Uruguay a trabajar, es ridículo”.
Después de su insulto a Lubetkin, Vilensky pidió disculpas. En una carta que envió a varios medios de comunicación, expresó que las palabras que utilizó “no fueron las correctas”. “No corresponde haberlo insultado ni haber utilizado expresiones ofensivas, y por ello presento mis disculpas”, señaló.
De todas formas, manifestó que mantiene con “firmeza” su oposición al cierre de la oficina de la ANII y agregó que constituye un “serio retroceso” para Uruguay y para quienes trabajaron durante años en la creación de este "puente académico y tecnológico”.
El Comité Central Israelita (CCI) salió al cruce de las declaraciones del exasesor de la ANII, Salomón Vilensky. En un comunicado, la institución advirtió que “los agravios, incitaciones al odio y descalificaciones personales solo contribuyen a potenciar a los enemigos de la convivencia democrática”.
El CCI reiteró además su aspiración de que se termine el “congelamiento” del acuerdo entre la ANII y la Universidad de Jerusalén, una vez que existan las condiciones políticas necesarias para reactivarlo.
Finalmente, el Comité subrayó su “vocación de diálogo” con el gobierno uruguayo y destacó que, tanto con el presidente Yamandú Orsi como con el canciller Lubetkin, siempre han encontrado “ámbitos propicios para el diálogo respetuoso y sincero”.
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