Foto: Dante Fernandez / AFP
Casi 30.000 brasileños ingresaron a Uruguay entre el lunes 22 y el sábado a la tarde para presenciar la final de la Copa Libertadores entre Palmeiras y Flamengo que se disputó en el Estadio Centenario.
En total unas 45.000 personas concurrieron al estadio, incluidos los uruguayos que fueron a la Olímpica y también los invitados de Conmebol presentes en la América. La cantidad de público contrastó con la baja concurrencia que hubo en la final de la Copa Sudamericana una semana antes entre Atlético Paranaense y Red Bull Bragantino, donde no se habilitó ni la tribuna Ámsterdam ni la Colombes.
El único incidente fue el que dejó a un hincha de Flamengo baleado en la esquina de Santiago de Chile y La Cumparsita, el sábado a las 10:00 de la noche. La persona está internada en el Hospital Maciel fuera de peligro.
Pese a que el arribo de brasileños fue menor a lo esperado (el Ministerio de Turismo llegó a estimar que iban a llegar 60.000 personas a ver las finales) el gobierno resaltó que Uruguay quedó muy bien posicionado a nivel mundial para seguir organizando eventos de carácter internacional.
El secretario de Presidencia Álvaro Delgado resaltó en diálogo con Subrayado que la organización de las finales fue producto de la buena gestión de la pandemia.
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