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La Mesa Internacional con Susana Mangana, Leo Harari y Gonzalo Pérez del Castillo.
La gira del presidente Donald Trump por el Golfo Pérsico, que culminó el fin de semana pasado, marcó un giro significativo en la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio.
Tradicionalmente, Israel ha sido considerado uno de los aliados más cercanos de Washington en la región. Sin embargo, en esta ocasión Trump optó por avanzar en cuestiones clave como el acuerdo nuclear con Irán, la situación en Siria y Yemen, y la relación con los países del Golfo, sin consultar ni coordinar con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Esta decisión generó tensiones y cuestionamientos sobre el futuro de la alianza entre Estados Unidos e Israel.
Por su lado, Trump considera a los países del Golfo como lugares confiables —y con una riqueza considerable— para hacer negocios.
"El nacimiento de un Medio Oriente moderno ha sido obra de los propios habitantes de la región, de personas que están aquí, que han vivido aquí toda su vida y que han desarrollado sus propios países soberanos, han perseguido sus propias visiones y han trazado sus propios destinos".
¿Qué consecuencias puede tener esta movida de Trump? ¿Abrirá nuevas oportunidades de diálogo entre Estados Unidos y países tradicionalmente enfrentados a Israel, como Irán o Qatar? ¿Cómo repercutirá en el equilibrio de poder en Medio Oriente?
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