

La Tertulia de los Viernes con
Víctor Ganón, Juan Grompone,
Rafael Mandressi y Ana Ribeiro

En los últimos años, el concepto de “batalla cultural” se ha instalado con fuerza en el discurso político y mediático para explicar conflictos, identidades y disputas del presente. Por ejemplo, acaba de aparecer en un pasaje del documento que el presidente del directorio del Partido Nacional presentó este lunes, donde resume algunas conclusiones del proceso de autocrítica que esa fuerza política desarrolló a propósito de la derrota electoral del año pasado.
Sin embargo, el uso frecuente de esta expresión no siempre viene acompañado de una definición precisa: no queda del todo claro a qué se alude cuando se habla de una “batalla” en el terreno de la cultura, ni cuáles serían sus fronteras, actores o objetivos concretos.
El término remite, en parte, a debates surgidos en Estados Unidos hace cuatro o cinco décadas, vinculados a las llamadas culture wars, pero hoy aparece resignificado y trasladado a otros contextos.
En ese recorrido, el concepto parece ampliarse hasta abarcar desde discusiones sobre valores, lenguaje y símbolos, hasta disputas políticas más amplias, desplazando o reformulando los ejes tradicionales del debate público.
¿Qué sentido real tiene este término? ¿Qué usos políticos se le han dado?
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