El miércoles de la semana pasada, Boris Johnson asumió como nuevo primer ministro del Reino Unido y lo hizo prometiendo que concretará la salida de la Unión Europea el 31 de octubre.
Conocido por el pelo rubio despeinado y por sus declaraciones incendiarias, este hombre de 55 años es uno de los políticos británicos más populares pero también uno de los más divisivos por su retórica populista que le vale incluso comparaciones con el presidente estadounidense Donald Trump.
Johnson adquirió rango de estrella a partir de 2008 cuando fue electo alcalde de Londres, un cargo con más exposición pública que atribuciones, sobre todo durante los Juegos Olímpicos de 2012.
En julio de 2016 fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores por la anterior primera ministra, Theresa May. Ese año cobró relevancia a nivel nacional cuando hizo campaña a favor del Brexit en un ómnibus rojo que recorrió todo el Reino Unido.
Ahora, Boris Johnson está empeñado en sacar a su país de la Unión Europea incluso sin que se alcance previamente un acuerdo con Bruselas, posibilidad muy temida por el sector empresarial.
"Los dudosos, los agoreros, van a perder de nuevo porque vamos a devolverle la confianza a nuestra democracia. Cumpliremos la promesa hecha por el Parlamento a la población y saldremos (de la UE) el 31 de octubre, sin peros ni condiciones", declaraba en su discurso de asunción. Y agregó una vez más que si el Brexit debe concretarse al precio de una salida sin acuerdo, su país estará preparado.
La Mesa de Análisis Internacional con Susana Mangana, Gustavo Calvo y Leonel Harari.
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