El dirigente de la Federación de Funcionarios de la Salud Pública (FFSP), Pablo Cabrera, asumió este martes como representante de los trabajadores en el directorio de ASSE, el prestador público de salud.
Ese cargo estaba vacante hace dos años, cuando finalizó un sumario contra el sindicalista Alfredo Silva, procesado en 2014 por conjunción del interés público con el privado, a raíz de la maniobra de sobrefacturación de servicios de la empresa Buena Estrella, que se encargaba de la limpieza del Hospital Maciel y que había sido promovida por Silva. Por ese caso Silva había sido suspendido de la propia FFSP por cinco años en enero de 2015. Precisamente, al asumir Cabrera pidió perdón por aquellos hechos, y dijo que la “pérdida de tiempo” sirvió para aprender.
Desde el Gobierno la presidenta de ASSE, Susana Muñiz, también defendió la participación social en el directorio ante quienes la cuestionaron tras los “insucesos” ocurridos con Silva.
Recordemos que semanas atrás, cuando se votaron las venias pendientes para el directorio de ASSE, varios senadores de la oposición cuestionaron la representatividad tanto de Cabrera como de Natalia Pereyra, que asumió el martes como delegada de los usuarios de la Salud Pública.
Vale apuntar que en el directorio de ASSE no hay control de la oposición ya que días antes de asumir su segundo mandato, el presidente Tabaré Vázquez resolvió que el directorio iba a estar integrado por tres directores del Poder Ejecutivo y dos sociales, uno por los funcionarios y otro por los usuarios.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de los Jueves con Antonio Mercader, Fernando Butazzoni, Carlos Ramela y Miguel Fernández Galeano.
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