Ayer se seguían registrando combates en Palmira, una ciudad milenaria de Siria, que se encontraba en manos del grupo yihadista Estado Islámico y fue recuperada en las últimas horas por el Ejército del Gobierno de Bashar Al Asad.
Palmira, uno de los seis lugares de Siria declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, es famosa por albergar riquezas arqueológicas de origen grecoromano. Pero desde que estalló el conflicto ha sido escenario de saqueos no sólo realizados por el Estado Islámico y todos los bandos en disputa, si no por la propia población civil que, buscando subsistir en medio de la guerra, roba piezas arqueológicas para venderlas en el mercado negro.
Desde la academia se advierte que el expolio en estas ciudades como en otras de Irak “no tiene comparación en la historia moderna”. Para intentar frenar el saqueo, la ONU aprobó en 2015 una resolución que prohibía el comercio de bienes artísticos procedentes de Irak y Siria.
Sin embargo, distintos arqueólogos han señalado que esa medida es insuficiente y criticaron a la UNESCO por su lentitud para proteger el patrimonio.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de los Viernes, con Mauricio Rosencof, Juan Grompone, Mercedes Rosende y Willy Rey.
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