El jueves de la semana pasada el candidato colorado, Ernesto Talvi, volvió a la campaña electoral luego de dos semanas alejado de la actividad pública debido a una contractura aguda.
Su reaparición fue en una conferencia de prensa en la que anunció que iba a "empezar a develar el espejismo de una serie de presuntos éxitos que se generaron durante la gestión" del Frente Amplio (FA).
En ese encuentro con los periodistas Talvi defendió un controvertido tweet en el que había asegurado que la tasa de desempleo “aparenta ser más baja de lo que es porque desde 2005 el FA agregó 70.000 empleos públicos”.
Según Talvi, las cifras muestran un desempleo de 9% que es “totalmente artificial” porque en realidad es de 13%.
Está en dos dígitos y está por arriba de la tasa de desempleo que recibió el Frente Amplio al comienzo de su gobierno. O sea que el modelo de reducción de desempleo del FA fue crear empleos públicos que no redundaron en mejores servicios. Y más grave aún, empleos públicos que no hay recursos genuinos para pagar y que el país se está endeudando para poder sostener de manera artificial. Quiere decir que estas tasas de desempleo que vemos, de 9%, son totalmente artificiales y solamente informadas sobre empleos públicos que no tenemos los recursos para financiar.
La afirmación de Talvi provocó críticas de algunos colegas y de jerarcas de gobierno. El subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, respondió en nota con radio Sarandí: “Hay que haber ido a Harvard para terminar modificando a su antojo las cifras”; añadió que Talvi “deconstruye el índice de desempleo en función de lo que él precisa”, con “una inconsistencia técnica que alarma. Nunca me hubiera esperado que [Talvi] terminara en un descalabro de lo técnico, porque tomar los índices de a pedazos en función de lo que me convenga no es nada prolijo técnicamente”.
La Mesa de Análisis Político con Daniel Buquet, Daniel Chasquetti, Federico Irazábal y Diego Luján.
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