Tres efectivos de la Guardia Republicana fueron procesados con prisión ayer por el asesinato del joven Nicolás Cuña, ocurrido el domingo de noche, afuera del boliche Coyote en la zona de Agraciada y San Martín.
Uno de los policías fue enjuiciado por el delito de homicidio ya que disparó al piso para “intimidar” a las personas que estaban frente a la discoteca. La bala terminó rebotando en el pavimento e impactando contra el pecho de Cuña, que falleció en la madrugada.
Los otros dos efectivos fueron procesados por el delito de riña con el agravante de muerte y lesiones, ya que también dispararon las armas que portaban para dispersar a la multitud.
Para varios vecinos del lugar esta muerte iba a ocurrir tarde o temprano ya que las trifulcas y los tiroteos ocurren con frecuencia entre los jóvenes que permanecen afuera de ese boliche sin ningún tipo de control.
En tanto, el prosecretario de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia, dijo a El País que el local tiene en trámite tres multas “bastante importantes” y una cuarta que le fue aplicada en agosto por ruidos molestos y exceso de entradas vendidas en comparación con la capacidad del establecimiento.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa con Teresa Herrera, Guillermo Fossati, Gerardo Caetano y Hebert Gatto.
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