El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sorprender a la comunidad internacional cuando este mes reflotó una iniciativa que se creía olvidada y para muchos pareció una broma: la compra de la isla de Groenlandia a Dinamarca.
El fin de semana pasado Trump calificó esa potencial adquisición como una "gran transacción inmobiliaria", que además sería "estratégicamente interesante" para Estados Unidos.
Los políticos daneses en su conjunto expresaron su estupefacción por la determinación del presidente estadounidense. Por su parte, la primera ministra, Mette Fredriksen, replicó que la propuesta era “absurda” y, además, aclaró que su gobierno carece de poder para vender Groenlandia, que cuenta con un alto grado de autonomía.
La respuesta de la primera ministra danesa ofendió a Trump, que decidió cancelar una visita oficial a Dinamarca que tenía prevista para los próximos días:
"Creo que el comunicado de la primera ministra es desagradable", dijo el mandatario. "Ella podría haber dicho: ‘no, preferimos no hacerlo'", señaló. "No fue una forma elegante de hacerlo. No podemos permitir que traten a los Estados Unidos como lo trataron durante la administración Obama, añadió Trump.
La Tertulia de los Viernes con Gonzalo Pérez del Castillo, Fernando Butazzoni, Juan Grompone y Ana Ribeiro.
[la_mesa type="2″]
***
Foto en Home: Nicholas Kamm / AFP