La crisis política en Venezuela se agravó aún más cuando el Supremo Tribunal de Justicia resolvió asumir las competencias de la Asamblea Nacional (el Parlamento) de mayoría opositora.
En una sentencia emitida el miércoles a la noche, el máximo órgano judicial venezolano resolvió arrogarse la función legislativa mientras que el Poder Legislativo continué en “desacato” por haber juramentado a tres diputados opositores cuya elección fue suspendida por presunto fraude electoral.
Ayer los legisladores antichavistas denunciaron un “golpe de Estado” y declararon en rebeldía a la Asamblea Nacional. Además, pidieron que las Fuerzas Armadas se pronuncien para defender las instituciones ante la “ruptura constitucional”.
Mientras tanto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió convocar de urgencia al Consejo Permanente del bloque ante lo que considero un “auto golpe”. Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos también criticaron la decisión del Tribunal Supremo de Justicia. En Uruguay el Gobierno decidió esperar a que evolucionen los hechos en las próximas 24 horas para, recién entonces, pronunciarse.
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