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En Estados Unidos, demócratas y republicanos están hace meses envueltos en una batalla cultural por lo que se conoce como el fenómeno “woke”.
El término viene de la lucha de los afroamericanos por la justicia racial en los años 30. Para ellos, "woke" significaba estar alerta, consciente de las injusticias. Pero actualmente el término es usado de forma peyorativa, por parte de políticos y dirigentes sociales conservadores, para referirse a personas que militan en favor de temas como la equidad racial y social, el feminismo, el movimiento LGBT, el uso de pronombres de género neutro, el multiculturalismo, entre otros asuntos.
Aquellos que critican el fenómeno "woke" cuestionan “la cultura de la cancelación” contra quienes dicen cosas o cometen actos que ellos perciben como misóginos, homofóbicos o
racistas. Esa cancelación, incluye boicots sociales, profesionales y académicos, según señalan los críticos.
Varios dirigentes del Partido Republicano centran sus cuestionamientos en las Universidades de Estados Unidos, donde señalan que hay docentes y alumnos afines al Partido Demócrata y otros sectores de izquierda, que actúan como “policías de la palabra”.
Esta batalla tuvo su último episodio esta semana con la renuncia de la rectora de Harvard Claudine Gay. La ex rectora había sido criticada por permitir expresiones pro Palestina y no actuar con firmeza ante manifestaciones antisemitas en el campus de Harvard. Gay, la primera persona negra en ser rectora de Harvard, era vista como un símbolo de la cultura “woke” en las universidades, por lo que su renuncia fue celebrada por dirigentes conservadores.
La Tertulia de los Viernes con Raúl Cohe, Natalia Costa y Juan Grompone.
Viene de: ¿Qué pasaría si los robots tomaran el trabajo de los hombres?
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