El café había abierto sus puertas durante la década de los cuarenta en tres locales de la capital: uno en la Plaza Independencia, otro en la Plaza Libertad y otro ubicado en la calle 25 de Mayo, entre Treinta y Tres y Misiones.
Este último, punto de encuentro de escritores y artistas, donde Mario Benedetti escribió La Tregua, fue el último en cerrar, haciéndolo a mediados de los ’90. Y es este el que retoma su viejo nombre para homenajear un punto clásico de la ciudad.