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EMILIANO COTELO (EC): El precio de la soja en el mercado internacional repuntó en las últimas semanas, pasando de valores de US$ 370-380 la tonelada en el último año, a superar los US$ 400 la tonelada este mes.
En plena siembra de una nueva zafra de soja en nuestro país, cabe preguntarse ¿cómo impactará este escenario de precios sobre la zafra 2025/2026? ¿Qué factores impulsaron este repunte de precios reciente? ¿Cuáles son las expectativas para los próximos meses? Sobre esto vamos a conversar en los próximos minutos con la economista Florencia Carriquiry, socia en Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Florencia, comencemos repasando la evolución del precio internacional de la soja. Emiliano adelantaba que en estas últimas semanas se ubicó en los valores más altos en un año, ¿podemos repasar las cifras?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Sí, claro. Después de la baja procesada en 2023 y el inicio de 2023, el precio de la soja en la bolsa de Chicago (que es la principal referencia a nivel mundial) venía oscilando entre US$ 370 y US$ 380 la tonelada desde mediados del año pasado, en torno a los valores más bajos en cuatro años. Sin embargo, como comentaba Emiliano, desde fines de octubre empezó a repuntar, llegando a alcanzar niveles de US$ 420 la tonelada a mediados de este mes. Se trata de una suba de alrededor de 10% en cuestión de pocas semanas.
Es un aumento significativo, aunque no borra las bajas de años previos, seguimos con valores muy inferiores a los más de US$ 500 por tonelada que se supieron ver en 2022 y 2023; lo destacable, de todos modos, es que estamos con los precios más altos en más de un año. Y la novedad, además, es que fue relativamente “sorpresiva”; hace un par de meses atrás no se esperaba este repunte. De hecho, la zafra 2025/2026 comenzó con un escenario de precios bajos. Con este repunte, el panorama es más favorable.
RA: ¿Qué factores impulsaron este repunte de los precios de la soja, que, como decís, era relativamente inesperado algunas semanas atrás?
FC: Principalmente, hay dos factores detrás de este repunte de precios. Por un lado, la dinámica comercial y de las relaciones China-Estados Unidos. China es usualmente un comprador importante de soja estadounidense, compra por año unos 25 millones de toneladas; pero este año, en medio de la “guerra” arancelaria, no había comprado ni una tonelada de soja americana. El cambio en los precios se produjo cuando la administración de Trump anunció a principios de este mes que se había alcanzado un acuerdo por el cual China compraría unos 12 millones de toneladas de soja estadounidense en los últimos dos meses de este año y se comprometería a comprar al menos 25 millones de toneladas anuales en 2026, 2027 y 2028. Ese anuncio, sumado a la concreción de las primeras compras efectivas por parte de China en días posteriores, dio un impulso clave para los precios. En ese sentido, el mercado seguramente va a seguir de cerca en los próximos meses si este acuerdo efectivamente se va cumpliendo, lo que va a ser un factor relevante en la evolución de los precios de la soja en adelante.
RA: Está claro ese primer factor, decías antes que había dos factores detrás del repunte; ¿cuál es el segundo?
FC: El segundo factor tiene que ver con el escenario de oferta. Hace unos meses atrás, se estimaba a la cosecha de la zafra 2025/2026 como nuevamente muy abundante en los principales países productores. Eso no cambió, será uno de los ciclos de cosecha global más alta, pero en el margen las estimaciones se han corregido a la baja. En particular, la cosecha de Estados Unidos (que representa un 30% del total mundial) se recortó 1% en la estimación de este mes respecto a setiembre, aguardándose que sea 3% inferior a la de la zafra previa. También en otros países se espera que la cosecha caiga, como Argentina que es un productor relevante (con un 10% de la producción mundial). Eso ha resultado en que la estimación de oferta mundial de soja para este año se vaya ajustando levemente a la baja en los últimos meses; lo que en un escenario de demanda firme, también dio sostén a los precios.
RA: Bien y ¿cómo afecta este repunte reciente de precios internacionales a la zafra de soja en nuestro país? ¿Se esperan precios más altos para la comercialización de la próxima cosecha?
FC: Sí. Los datos publicados por la Cámara Mercantil este mes marcaron ventas de soja por precios de entre US$ 380 y US$ 390 la tonelada, cuando en semanas anteriores el promedio estaba en unos US$ 360 la tonelada; se trata de un aumento del orden de 6%.
Además, los contratos a futuro de los precios de la soja en
Chicago apuntan a precios de US$ 420 la tonelada en el segundo trimestre de 2026, cuando se estará levantando la producción uruguaya. Descontando un valor de prima “normal” (esto es la diferencia entre el precio de la soja en Chicago y en Uruguay), estaríamos hablando de precios entre US$ 390-400 por tonelada para la soja local. Si bien no son valores extraordinarios, sí es un escalón relevante desde los US$ 370-380 por tonelada que se esperaban un par de meses atrás.
Cuando se trata de precios de commodities es difícil ser categórico porque, como pasó en estos días, factores climáticos que afecten la oferta o temas comerciales, por ejemplo, pueden provocar cambios drásticos rápidamente. Si China no cumple el acuerdo de compras o la estimación de cosecha de Estados Unidos se recorta aún más, por ejemplo, el escenario puede ser diferente. Pero con lo previsto hoy, estamos asumiendo un precio promedio de cerca de US$ 390 la tonelada para la soja local en la zafra 2025/2026, un 5% más alto a lo que preveíamos al inicio de la zafra.
RA: Queda claro. Entonces, este escenario de mejores precios, ¿podría resultar en que se siembre una superficie de soja mayor a lo que se esperaba?
FC: En alguna medida podríamos ver sí cierto aumento del área respecto a lo que era la intención inicial. A esta altura, cuando hace ya algunas semanas que se sembraron las primeras chacras (en particular de primera), no es esperable que se den cambios grandes, porque los productores además ya se abastecieron de insumos y semilla para determinada extensión de superficie. Previo a este repunte de precios, entre operadores del sector se manejaba que incluso podía haber una leve reducción de área respecto a lo sembrado el año pasado, que según cifras de URUPOV, fueron poco más de 1,3 millón hectáreas (de las áreas más altas de la última década). Ahora, con un escenario de precios más altos, es posible que el área se mantenga en los niveles del año pasado.
RA: Bien. Antes de cerrar, Florencia, con este nuevo panorama de precios, ¿qué estiman ustedes en Exante en cuanto a resultados económicos para esta zafra de soja?
FC: La suba de precios reciente supone un panorama de rentabilidad mejor. Además, los pronósticos climáticos apuntan a condiciones favorables en general (quizás con algún riesgo de déficit hídrico), pero en general resultan esperables buenas productividades del cultivo este verano. En Exante asumimos como escenario base un rendimiento promedio país de 2.600 kilogramos por hectárea, que está más o menos en línea con el promedio de los últimos ciclos si excluimos años muy particulares como el de la seca obviamente, pero que es bastante menor al pico de 3.100 kg/há que se registró en el último verano, cuando las condiciones fueron excepcionales.
En ese contexto, si bien estimamos una suba del precio de venta de la soja y una baja moderada de los costos de producción medidos en dólares, el menor rendimiento medio dejaría un margen por hectárea algo inferior al de la última zafra. Concretamente, en Exante estimamos un margen (antes del pago de la renta de la tierra, de costos financieros y de estructura) de unos US$ 280 por hectárea en promedio en la zafra 2025/2026, que es un 20% más bajo al del último verano, pero 20% mejor al que podía preverse unos meses atrás previo a la suba de precios que comentábamos.
En definitiva, Romina, el repunte reciente de los precios de la soja es sin dudas una muy buena noticia para esta zafra de verano que está comenzando y plantea un escenario de resultados mejores a lo que se venía manejando para el cultivo. Ahora, salvo que el clima vuelva a ser tan “ideal” como lo fue el verano pasado y permita repetir rindes de más de 3.000 kilos por hectárea, parece difícil repetir los márgenes económicos de la zafra 2024/2025 como promedio país.
