Silvia Pisani, colaboradora de En Perspectiva en EEUU, analizó la situación actual de la FIFA tras la detención de siete directivos acusados de haber recibido sobornos y comisiones millonarias. Pisani, se refirió a la mujer del momento, la fiscal Loretta Lynch, a la intervención de Estados Unidos y a las pruebas que aportó al FBI Chuck Blazer, ex dirigente de la FIFA.
EN PERSPECTVA
Jueves 28.05.2015, hora 10.17
EMILIANO COTELO: La Fiscalía General de Estados Unidos divulgó ayer las acusaciones contra seis empresarios vinculados al fútbol y siete directivos de la FIFA, incluido el uruguayo Eugenio Figueredo, que fueron los que, temprano en la mañana, habían sido arrestados por agentes suizos en un hotel de la ciudad de Zúrich.
Los directivos de la FIFA están acusados de haber recibido, durante casi 25 años, sobornos y comisiones por una cifra total de más de 150 millones de dólares.
La lista de maniobras abarca presuntos pagos ocultos a dirigentes para garantizar derechos de transmisión por televisión, publicidad y patrocinio de distintos campeonatos, por ejemplo las Eliminatorias del Mundial en la zona de la Confederación de Fútbol del Norte [Concacaf], la Copa América, la Copa Libertadores y el Mundial de Brasil.
"Corrompieron los negocios del fútbol a nivel mundial para servir a sus intereses y enriquecerse”, sostuvo en conferencia de prensa la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch. Lo hicieron “una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”, agregó y luego lanzó su planteo más frontal: “Estamos determinados a ponerle fin a la corrupción en la FIFA”.
Silvia Pisani, corresponsal del diario La Nación en Washington, colaboradora de En Perspectiva, está del otro lado del teléfono.
Quería plantearte una serie de preguntas. Una de ellas tiene que ver con este personaje que ayer para los uruguayos cobró un protagonismo repentino: Loretta Lynch, 56 años, fiscal general de Estados Unidos, que asumió ese cargo hace apenas un mes. ¿Podemos profundizar un poco en la carrera y la personalidad de esta mujer?
SILVIA PISANI: Si, vos sabés que es curioso porque Loretta Lynch acaba de ser confirmada, acaba de asumir el cargo hace nada más que un mes, fue el 23 de abril. Se la sometió a uno de los procesos de revisión más largos que haya tenido un fiscal general en la historia de este país, 166 días estuvo esperando la confirmación después de que [el presidente, Barack] Obama, la nombrara…
EC – Si, porque desde el lado republicano por ejemplo se sostenía que era demasiado cercana al actual presidente, había un tema por ese lado.
SP – Si, efectivamente, cuestionaban que apoyaba demasiado las iniciativas de Obama en materia de inmigración, que hay todo un tema ahí, ahora realmente están casi todas en jaque, pero eso es harina de otro costal. Como ella se había declarado a favor la cuestionaron muchísimo.
Loretta Lynch es una mujer afroamericana, negra, que viene del sur. Seguramente cuando les diga el apodo les va a sonar por una película muy famosa: quienes la conocen dicen que es una “Magnolia de acero”, o sea, una mujer del sur con toda la fuerza y la resistencia que se les atribuye. Pero lo más curioso, y hay mucho en el pasado reciente de esta mujer como para tener pistas de lo que está haciendo ahora, es que hasta ahora fue una mujer de bajísimo perfil, bajísimo. Quienes trabajaron con ella en la Fiscalía de Nueva York previamente señalaban sobre todo eso: una mujer de muy bajo perfil, muy persistente y totalmente enamorada de la carrera judicial.
Uno de los rasgos que yo destacaría de ella, además, es que ella egresó de Harvard cum laude, con honores, y tuvo que elegir entre la actividad privada, en un gran estudio de abogados como suele ocurrir con los egresados de Harvard, o la carrera judicial pública. Trabajó en el derecho corporativo, en estudios de abogados, y un buen día dijo: “Bueno, basta, me paso a la carrera pública”, cuando dio ese paso pasó a ganar la cuarta parte de lo que ganaba en un bufete de abogados. Todo esto también pinta un poco al personaje.
(…)
EC – Una mujer que venía desempeñándose como responsable de la Fiscalía en Brooklyn, Nueva York, que en realidad es donde empezó todo este trabajo, ¿no? ella ahora como fiscal general toma las riendas de una indagatoria de la que sabe bastante.
SP – Si, porque esto se venía trabajando entre otros puntos en esta fiscalía, ella siempre apoyó esto.
Un par de detalles de color acerca de la conferencia de prensa que se realizó ayer en Nueva York. Ayer los periodistas nos enteramos de esto a través de una filtración de The New York Times, lo tuvimos en la madrugada, llegó inmediatamente después una convocatoria a conferencia de prensa en Nueva York. Allí había carpetas que eran auténticos biblioratos esperándonos para entregar la información sobre eso, 166 páginas, y había un orden absoluto. Una cosa que estuvo muy buena es que estaba todo muy organizado y la fiscal en la presentación iba cediendo paso por paso la palabra a cada uno de los especialistas que había seguido cada tramo de la investigación, realmente demostró una vez más como trabaja.
EC – Fue notable cómo el operativo que se realizó en la víspera se mantuvo en reserva hasta el momento mismo en el que ocurrió, hasta que esos funcionarios suizos procedieron a arrestar a los jerarcas de la FIFA que estaban alojados en un hotel en Zúrich.
SP – Esto parece una película, de verdad, si uno lo pone en perspectiva. Que uno de los topos, que una de las personas que para no ir a la cárcel colaboró con esto, uno de los ex directivos de la FIFA que colaboró en esta investigación…
EC – Estás hablando de Chuck Blazer.
SP –Si, vivió con un micrófono adentro de la camisa durante tres años de su vida para conseguir pruebas, aportarlas al FBI y de esta forma salvarse del riesgo de ir a la cárcel, que todavía hay que ver cómo termina esta historia.
EC – Estás hablando de Chuck Blazer, a quien muchos describen como el hombre más poderoso del fútbol de Estados Unidos y la Concacaf, que en determinado momento, cuando se vio comprometido, resolvió pactar con el FBI.
SP – Efectivamente, esto que muchas veces nosotros vemos en el cine, en Hollywood, cuando aparece el policía pesado del FBI y le dice a alguien: o colaboras o vas a la cárcel, ocurrió con cuatro o cinco de los informantes que aportaron buena parte de las pistas para esta investigación. Lo que dicen aquí es que si está Chuck Blazer aportando pruebas con el nivel con el que se movía en la FIFA, obviamente las pruebas tienen que ser muy pero muy buenas, por el nivel de acceso que tenía esta persona a los directivos de la institución.
EC – Quizás ya alguna pista estás tirando con estos comentarios, pero vayamos a la pregunta que mucha gente se ha hecho, sobre todo en la mañana de ayer: ¿por qué Estados Unidos termina haciendo lo que nadie se había animado a hacer hasta este momento, hincarle el diente a la corrupción de la FIFA?
SP – Porque Estados Unidos, sobre todo desde un tiempo a esta parte, está persiguiendo especialmente el delito de lavado de dinero y porque buena parte de los delitos que se atribuyen a la FIFA, todo esto es siempre según el expediente, ocurrieron a través de bancos estadounidenses y en territorio estadounidense. Según su legislación eso les da facultad como para acusar a estas personas, pedir su extradición y juzgarlas en Estados Unidos, o sea que lo que viene ahora es un proceso larguísimo. Pero la razón es esa: los que se atribuyen son delitos de lavado de dinero cometidos en instituciones estadounidenses en buena parte y en territorio estadounidense.
NICOLÁS BATALLA: Me quedé pensando en lo que comentabas sobre cómo se dio la cronología de los hechos en la mañana de ayer, ese método por el cual primero aparece la filtración por The New York Times y enseguida se llama a la conferencia de prensa y toda la información oficial…
EC – En el medio del Departamento de Justicia difunde un comunicado muy detallado.
NB – Exactamente. Se puede especular que esta política de comunicación atravesando todo el proceso judicial en realidad era para conseguir que la repercusión fuera en definitiva más grande, ¿tu como lo viste?
SP – Si hay algo que a mí me asombra de esto es que habiendo tantas personas, porque habiendo hasta gente haciendo fotocopias de los informes, tanta gente participando en el proceso de comunicación final, no se hubiese filtrado más abiertamente. Para mí fue impresionante cómo se mantuvo el secreto, obviamente para respetar los operativos policiales en Zúrich, eso de que te golpean la puerta y te dicen: tú nombre está en la lista, quedas detenido. Para mí lo asombroso fue eso.
El impacto de esto, que es la otra cara y que nos va a tener hablando mucho tiempo, estaba asegurado. Esto toca intereses en todo el mundo y hasta ahora hay solamente 14 personas claramente involucradas pero la sospecha es que es el primer hilo que se tira. De hecho estamos viendo ya que hay reacciones internacionales de crítica, está Moscú diciendo que esto es un atropello, una barbaridad, y porque obviamente tiene miedo de que le quiten el Mundial de Fútbol de 2018, hay que esperar todavía la reacción de Qatar… y obviamente hay mucha gente a la que no le va a gustar. La repercusión internacional de esto para mí estaba asegurada: fútbol pasión de multitudes y negocio de unos cuantos.
EC – Ahora: la fecha, 48 horas antes del día que la FIFA había fijado para que en el congreso que está desarrollando en Suiza se produjera la nueva elección, la confirmación o no de [Joseph] Blatter como presidente, ¿para ti tuvo alguna relación, quiso anticiparse a la elección de Blatter?
SP – Vos sabés que si uno conociera… desde la perspectiva de la Justicia argentina, por ejemplo, yo diría que sí, que indudablemente me parecería que sí. En el caso de la Justicia estadounidense creo que lo que ayudó, seguramente, es que estaban muchos de ellos en Suiza y que para el operativo policial era un buen momento para actuar, no tanto política como operativamente, si tuviese que inferir algo. Si hay algo que no termina de asombrarme nunca, viniendo de donde vengo y con mi ADN periodístico, es la independencia que veo entre el Poder Judicial y la política en este país.
EC – ¿Podemos desarrollar eso?
SP – Si, la consulta era: bueno, uno puede inferir que esto tenía que ver con la reelección de Blatter, que es lo que se esperaba y que ahora está en un paréntesis mientras se decide en Zúrich si sí o si no, aparentemente sí se realizan las elecciones… ¿Tenía que ver algo con esa elección? La respuesta es una incógnita, pero desde mi perspectiva diría que más que a un tema vinculado a la reelección apuntó a una oportunidad policial: la posibilidad de detener a muchas personas al mismo tiempo porque estaban todas reunidas en un mismo lugar. Si tuviese que inferir algo, me parece que operativamente era una buena oportunidad.
NB – ¿Cuál es el punto de la investigación en este momento?, ¿cómo sigue todo esto?
SP – Ahora recién se hace la acusación y se atribuyen los cargos. Lo primero que hay que hacer es tramitar los pedidos de extradición, la intención de Estados Unidos es juzgar a estas personas acá, en territorio estadounidense. Ya sabemos que seis de los siete detenidos se niegan, o sea que empiezan todos los procesos para disputar la extradición… Va para largo, para muy largo, y si esto es que han pateado un hormiguero, las hormigas recién se están desparramando y reorganizando.
EC – ¿Cómo es eso de aceptar o no la extradición? Por lo que ha trascendido solo uno de ellos la acepta, ¿cuál es la diferencia?
SP – Ahora hay que ver cuál es la situación y qué acuerdos de extradición existen con los [países de los] nacionales acusados y cómo se disputa con los países involucrados, y con los acusados, su disposición, o no, a ser extraditados a Estados Unidos, o sea que depende de cada caso.
EC – ¿Pueden ser procesos largos, no?
SP – Pueden ser procesos largos, con Loretta Lynch atrás de esto imagino que van a poner toda la fuerza del Departamento de Estado, que es el que va a tener que intervenir, para apurarlos. Van a ser procesos largos pero va a ser un proceso que va a ir soltando información inmediatamente, porque tienen mucho material para soltar y lo van a ir soltando.
EC – ¿Se sabe quién puede ser el que aceptó la extradición y por qué?
SP – Yo no lo sé, es un dato que te debo y en cuanto lo tenga te lo suministro.
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Foto en Home: Sede de la FIFA en Zurich, Suiza, 27 de mayo de 2015. Crédito: Fabrice Coffrini/AFP Photo.