La Mesa Internacional con
Gustavo Calvo y Leo Harari
La tregua entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza se encuentra bajo tensión nuevamente.
Tras semanas de alto el fuego impulsado por Estados Unidos, los enfrentamientos y acusaciones cruzadas no cesan: Israel afirma haber lanzado más de 150 toneladas de bombas en represalia por ataques de Hamás, mientras el movimiento palestino denuncia más de 80 violaciones israelíes del acuerdo.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en un comunicado que Hamás debe entregar los restos de todos los rehenes muertos para avanzar efectivamente en el acuerdo de alto el fuego. "No cederemos en esto y no escatimaremos esfuerzos hasta que nos entreguen todos los rehenes muertos", dice el comunicado.
Hamás ha dicho que necesita más tiempo y asistencia técnica para completar la recuperación de los cadáveres que se encuentran bajo los escombros.
Desde la entrada en vigor del alto el fuego, en la Franja de Gaza ingresaron solo 986 de los 6.600 camiones de ayuda humanitaria programados, según denunció la oficina de prensa del Gobierno de ese enclave palestino, controlado por Hamás.
En esa nota indicaron que en los 986 camiones incluye “14 camiones de gas para cocinar y 28 camiones de diésel”.
En medio de estas dificultades, el plan de paz de Donald Trump, que prevé la creación de un comité tecnocrático palestino supervisado internacionalmente y una fuerza de estabilización sin presencia militar estadounidense, enfrenta su mayor prueba: Hamás se resiste a entregar su armamento y la gobernanza del territorio sigue en debate. Mientras tanto, Cisjordania y Gaza registran nuevos incidentes de violencia y acusaciones de abusos, generando incertidumbre sobre la estabilidad futura del enclave.
Continúa en: Crece la tensión entre Estados Unidos y Venezuela
