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#B06 Nace la ráfaga Olímpica

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Juegos Olímpicos de París 1924
Por Homero Fernández

Miércoles 31.07.2024

Después de semanas en altamar, el equipo celeste tenía la oportunidad de jugar un partido de fútbol. Le esperaba el Celta de Vigo y una gran cantidad de aficionados que quería comprobar qué tanto cierto era la calidad que les precedía.

En su edición del 8 de abril de 1924, el periódico El Mundo Deportivo de Barcelona publicaba una información enviada por telégrafo, así lo explicitaba, sobre el arribo de la expedición celeste a España. Lo firmaba un periodista con seudónimo: Armando Bronca.

La noticia decía:
“Vigo, 7 de abril.- Hoy llegaron a esta los jugadores uruguayos que vienen a representar a su nación en la próxima Olimpiada. Fueron recibidos en el muelle por la autoridades y la Banda Municipal y una enorme muchedumbre que agitaba sus pañuelos y banderitas de ambos países hermanos: Uruguay y España”.

Tres días después del arribo se produce el debut del equipo celeste ante el Celta de Vigo, que se había fundado exactamente un año antes con la fusión de dos clubes.

Reconstruyamos parte de lo vivido en ese primer partido a partir de las crónicas publicadas en los diarios españoles.

La expectativa era grandísima y por eso a nadie sorprendió ver el estadio lleno.

Poco antes de las cuatro y media de la tarde, Uruguay entró a la cancha y se dirigió al palco presidencial y saludó como se acostumbraba en la época, gritando tres veces: ¡hip-hip-hurra! Luego repitieron el ritual frente a cada una de las tribunas que respondieron igualmente a coro. Los equipos se saludaron en medio de la cancha, y como dice textualmente una crónica: “donde una nube de fotógrafos impresiona una infinidad de placas”.

El árbitro sería el uruguayo Ángel Minoli quien había viajado con la delegación.

Pero con los equipos ya listos en la cancha para iniciar los organizadores se dan cuenta que les faltaba un detalle no menor. No había jueces de línea designados. Entonces el partido se pone en pausa hasta encontrar a dos voluntarios que terminan siendo un uruguayo y un gallego… y no es un cuento.

El partido se desarrolla con clara ventaja para los celestes que logran abrir el tanteador y asombran con su calidad.

Así lo vive el cronista español:
“Los uruguayos logran su primer goal después de combinaciones magistrales que despiertan el entusiasmo del público que aplaude con calor las hermosas jugadas que se suceden sin interrupción. La delantera uruguaya filigranea y Petrone desde lejos chuta flojo, pero intencionado, y la pelota se introduce en los dominios de Lillo. Ovación grande y merecida”.

Antes del final y tras la lesión de un jugador, el Celta había tenido que recurrir al equipier para completar la oncena.

El primer encuentro de la gira terminaría con un 3 a cero a favor de los uruguayos.

Tres días después se volvieron a enfrentar uruguayos y gallegos. La victoria de nuevo sería celeste y más contundente, 4 a 1.

El periodista deportivo Manuel de Castro, conocido como Handicap, quien había impulsado la creación del Celta y sería entrenador de la selección de España durante varios años, acuñó una frase en su crónica del periódico El Faro de Vigo que sintetizaba el desempeño celeste y le acompañaría en la
historia del fútbol: “Por el campo de Coya pasó una ráfaga olímpica”.

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