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#E2 Golpe de estadio Colombiano

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Eliminatorias Mundialistas Uruguay-Colombia
Por Homero Fernández

Martes 12.11.2024

La victoria de Colombia 1-0 sobre Uruguay, en Montevideo, rumbo al Mundial de Alemania-74, fue la primera derrota uruguaya en siete décadas. Puso en peligro la clasificación y dejó una cicatriz en el historial celeste.

Era 1973. Todo Uruguay vivía horas difíciles y de tensión social.

El golpe de Estado del 27 de junio se acababa de perpetrar. El ánimo no era el más adecuado para pensar en un partido de fútbol, aunque fuera uno casi definitorio como el que estaba fijado para ese 5 de julio en Montevideo por las eliminatorias del Mundial de Alemania 1974 entre Uruguay y Colombia.

Había apenas cuatro grados a las 9 de la noche en el estadio Centenario, que no estaba lleno.

En el seleccionado uruguayo alineaban defensas duros como Luis Ubiña y Juan Maznik y delanteros consagrados como Luis Cubilla y Fernando Morena. El entrenador era Hugo Bagnulo.

Una hora antes de que empezara el partido, el presidente Juan María Bordaberry autorizaba la televisación del partido para congraciarse con el pueblo. Para darle ánimo a los celestes los parlantes del estadio reprodujeron los relatos de los goles del Maracanazo del 16 de julio de 1950.

El primer tiempo terminó de milagro en ceros porque el colombiano Jaime Morón después de burlar al golero uruguayo Héctor Santos mandó la pelota a la tribuna.

En la segunda parte, Cubilla tomó protagonismo y asistió a Morena en dos ocasiones peligrosas. Los colombianos también supieron responder con el habilidoso Willington Ortíz, quien tendría su premio a los 71 minutos con un gran disparo de derecha que venció a Santos. Uruguay salió desesperado por el empate, pero el nerviosismo que imponía el reloj lo fue dejando sin argumentos.

El partido terminó 1 a 0. Uruguay se alejaba de Alemania y debía golear a Ecuador. Cosa que haría días después para lograr el pase por diferencia de goles.

Era la primera vez en 73 años que Uruguay perdía un partido jugando en Montevideo y la primera vez que Colombia ganaba de visitante por eliminatorias.

“Golpe de Estado colombiano”, tituló el diario El Tiempo, haciendo referencia a la situación política. Willington Ortíz, considerado el mejor jugador del momento en Colombia era el héroe que llenaba las portadas.

El “viejo Willy”, le llamaban porque siempre se refería a sus compañeros con ese apelativo, “viejo Jaime”, “viejo Carlos”, “viejo tal”, decía.

Jugó en tres grandes clubes colombianos, pero nunca un Mundial. Lo descubrieron de adolescente en Tumaco, su pueblo. Por su habilidoso juego usualmente era blanco de los rudos defensas.

“En esa época, como el fútbol no lo televisaban, se permitía todo: puño, pata, todo. Entonces había que ser guapo. Mejor dicho, el que era cobarde no podía jugar al fútbol. Había que resolver muchos problemas futbolísticos con los cojones”, dijo en una entrevista.

Después que se retiró se dedicó a entrenar y también incursionó en la televisión colombiana haciendo de si mismo. Al parecer sin mucho éxito.

“Yo cogía el libreto y era un mamotreto. Entonces cometía el error de que solo me aprendía lo que me tocaba decir a mí. Y cuando íbamos a grabar, no sabía dónde iba y me quedaba como estatua. Y el director no más me miraba…”

Probó en la política y llegó al Congreso como representante de la comunidad negra. Pero en breve tuvo que dejar la investidura por una serie de demandas, entre ellas una por paternidad.

“La verdad es que con el fútbol solo hice amigos y con la política solo hice enemigos”, sentenció el “viejo Willy”, el colombiano que con la derecha dio el golpe histórico en el Centenario también en 1973.

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