Eliminatorias Mundialistas Uruguay-Brasil
Por Homero Fernández
Martes 19.11.2024
Brasil y Uruguay se ven las caras en Bahía en un nuevo clásico del futbol mundial. Aunque es otra época, el fracaso de Maracaná está eternizado en los colores de la indumentaria brasileña.
Después de su fracaso histórico frente a Uruguay en el célebre "Maracanazo" de 1950, los brasileños, un pueblo tan alegre como supersticioso, decidieron sepultar la camiseta blanca que usaban desde el principio del siglo XX.
Tras la gran tragedia había que encontrar culpables. No era suficiente con que la acusación popular crucificara al portero Moacir Barbosa o al defensa "Bigode", el bigote.
También decidieron desaparecer todo símbolo que recordara esa derrota.
Como Maracaná era demasiado grande para esfumarlo, cargaron contra el uniforme nacido en 1914 y utilizado en los mundiales de 1930, 1934 y 1938.
Pasado Maracaná, un año antes del Mundial de Suiza de 1954 el diario carioca
“Correio da Manha” promovió un concurso popular para que se presentara un diseño de la nueva camiseta. La condición era que fuera más acorde con la cromática de la bandera brasileña. El ganador obtendría una cantidad de dinero y un auto Volkswagen, el popular "fusca" del paisaje urbano del Río de entonces.
Las propuestas llovieron. La ganadora resultó la de un joven dibujante de 19 años. Aldir García Schlee recibió además una butaca vitalicia en Maracaná y un trabajo en la redacción del periódico.
La famosa "canarinha" se estrenó el 14 de marzo de 1954 con una victoria sobre Chile por 1-0.
"El diseño tenía su dificultad porque ningún equipo usa cuatro colores, y los de la bandera no se veían bien todos juntos. ¿Cómo combinabas el blanco y el amarillo en una camiseta?", recordaría Aldir años después.
La gran paradoja es que el creador de tan glorioso y célebre uniforme, era más simpatizante de Uruguay que de Brasil. Había nacido en la ciudad de Yaguarón, Rio Grande do Sul, a pocos metros de la frontera.
Cuando ocurrió el "Maracanazo", tenía 16 años y en su corazón futbolero asomaba su predilección. “La gente lloraba, gritaba, pero yo no sabía si yo lloraba de tristeza o de alegría”, contaba. “En aquellos años estábamos más cerca de Montevideo que de Porto Alegre, por lo cual la identificación era más con los uruguayos”.
En un video de la televisión O Globo, realizado en 2014, se puede ver a Aldir en todo su esplendor de “torcedor” celeste: una placa que dice “Rua Uruguai” presidiendo la sala de su casa, una colección de botellas conmemorativas de las gestas charrúas y un póster de Uruguay campeón de América 2011.
“Hay gente que se burla, que me critica. Pero,¿qué puedo hacer? Me identifico más con la fuerza uruguaya que con el estilo brasileño”, decía.
Los caminos de la vida llevaron a García Scheel a transformarse en un escritor de referencia en la tierra de Ronaldinho. Su obra la desarrolló fundamentalmente en castellano y en ella figura un cuento, donde un adolescente aparece jugando al lado de Alcides Ghiggia, el verdugo de los brasileños.
Fue un gran defensor de la enseñanza del castellano en las escuelas brasileñas y participó en campañas que reivindicaban el valor de la lengua de Cervantes.
"Soy un hombre de frontera. Nací a 200 metros de Uruguay y conozco naturalmente el español, forma parte de mi formación y es parte de mi día a día", decía.
Aldir murió a los 84 años, el 15 de noviembre de 2018.
Al día siguiente, como si estuviera sincronizado por el destino, Brasil jugó en Londres un partido amistoso contra Uruguay.
Las camisetas de sus amores, la "canarinha" y la celeste, se abrazaron antes del partido en una ronda de silencio para homenajearlo, aunque no muchos, en ese momento, se enteraran de su aporte a la historia del fútbol.
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