
Eliminatorias Mundialistas Uruguay-Argentina
Por Homero Fernández
Viernes 21.03.2025
Argentina regresa al Centenario. Al borde de la cancha estarán cuatro protagonistas de un partido con resultado polémico jugado hace 14 años: Marcelo Bielsa, ahora al frente de la selección celeste; y Roberto Ayala, Walter Samuel y Pablo Aimar como asistentes de Lionel Scaloni.
En 2001, Uruguay jugó contra Argentina el partido de eliminatorias para Corea- Japón 2002 con un ojo en la cancha del Estadio Centenario y con el otro en el Defensores del Chaco de Asunción.
Colombia amenazaba con dejarlo por tercera vez consecutiva afuera de un Mundial, pero tenía que ganarle a los guaraníes por 5 goles de diferencia. La proeza no parecía fácil.
Aquella noche del 14 de noviembre ante más de 60 mil hinchas, todo empezaba bien para Uruguay. A los 19 minutos Darío Silva ponía el 1 a 0.
Aunque, poco después, desde Asunción, llegaba el miedo porque Colombia ya estaba 2 a 0. Para colmo, Claudio López empataba para Argentina en el límite del primer tiempo.
El “Pato Celeste”, la mascota de entonces, se quedó en el campo más de la cuenta para evitar que el segundo período empezara, pese a que la terna alemana se lo exigiera pues había que jugar en simultáneo con Asunción.
Mientras que en Montevideo, Uruguay no aseguraba una nueva ventaja, en Asunción, Aristizábal completaba su “hat-trick“, y ponía a Colombia 3 a 0. Y faltaba media hora.
Las tribunas del Centenario se inquietaron y la información llegó a la cancha, pero el marcador no se movió.
Colombia llegó al 4 a 0 cuando quedaban 8 minutos para terminar.
Cuando se acabó en Asunción sin llegar al quinto, los colombianos miraron con más atención a Montevideo con la esperanza de un gol argentino que les diera el pase. Algo que nunca llegó.
Terminaron 1 a 1 y Uruguay festejó el repechaje que lo haría volar hasta Australia.
El hoy técnico celeste Marcelo Bielsa estaba esa noche al frente de Argentina.
Algunos periodistas comentaron que lo habían visto desesperarse por el juego intrascendente de su equipo. Pero, Bielsa fue contundente. “No hubo nada reprochable”, dijo en la conferencia de prensa.
Al otro día, los diarios de Montevideo y Buenos Aires alimentaron la teoría del complot. “Los últimos 20 minutos del partido fueron una joda”, publicó Página/12, atribuyendo tal juicio a una alta fuente de la AFA.
"Gran Hermano: Uruguay empató con Argentina cuyos jugadores se fueron aplaudidos del Centenario por haber jugado los últimos minutos tocando para atrás y los costados", destacaba "El País".
Y después aparecieron otras versiones. Una, que Álvaro Recoba y Fabián Carini, compañeros de Zanetti en el Inter, habían aprovechado un partido de despedida a Diego Maradona para sellar el pacto de no agresión. Otra, que Juan Sebastián Verón en el segundo tiempo había avisado a los celestes que rebajaban las revoluciones.
Tres años después, el siempre polémico Juan Ramón Carrasco removió las cenizas y volvió a encender el fuego al decir a una radio argentina que “todo el mundo lo sabe que arreglaron para empatar porque Argentina ya estaba clasificada y porque para Uruguay era el tercer mundial sin ir”.
Alejandro Lembo, quien jugó aquel partido, le salió al cruce. “Ahí no hubo nada extraño”. Carrasco "se equivocó feo con esas declaraciones. Nos manchó a todos".
Aquella noche, la hinchada uruguaya despidió con aplausos al equipo argentino interpretando que no había querido hacerle daño a Uruguay.
“Nosotros no le regalamos nada a nadie”, aclaró Roberto Ayala, el capitán del equipo argentino. “Fue por el cansancio que en los últimos minutos del segundo tiempo jugamos la pelota para los costados”, argumentó. Walter Samuel dijo “no entender por qué aplaudían. ¿Agradecimientos? Son cosas de ellos…”, sentenció.
***