As good as it gets

Puede estar pasando que se precise más presencia del Galgomundo en esta página. Hace un minuto pasó Oh Romero y dijo: Lo que pasa en Miami, queda en Miami, que es lo mismo que decir: lo que pasa en el aire, queda en el aire, y es completamente cierto. Somos de algún modo seres que venimos del pasado y accidentalmente llegamos hasta hoy, donde las redes, las arañas de marte, viven en internet y se convierten en asuntos que se llaman podcasts, que obvio nos dicen es lo que se usa ahora.

La verdad, no las mentiras verdaderas, es que el primer mes de la discusión de la p o no p en su nombre, se nos fue. Para Neil Diamond este mes pertenece al otoño, pero eso no nos interesa. Chau al mes de la canción del hombre diamante, goodbye también al señor del cielo azul, que hoy no estuvo más que girando a 33,3rpm.

No se les ocurra en ningún momento pedirle al galgo que ladre de otra manera o escriba distinto: es lo mismo que las peras a ya saben quién. No vivimos en una nube de la que no podamos salir. Para nada nos pasa lo que le pasaba a Jeff de Electric Light Orchesta, que se le había pegado algo más fuerte que un dolor de cabeza. No hay Evil woman que le resuelva ese problema. El último tren a Londres podría bien hacerlo, pero ya pasó.

¿Quién le puede por favor explicar a Bonnie Tyler, que un total eclipse de un corazón no existe en ninguna parte, menos en un crucero donde vaya a cantar esa canción otra vez? A nadie le importa mucho si Carole King le dice a alguien que se le hizo tarde, a no ser por un programa que en esta radio va de cuatro a seis y que Ed Rivero conduce entre reflejos y canciones de los beatles los viernes.

James Taylor recibe un fade out y no se queja. Cecilia se encuentra con el Freewheelin‘, que es dejar las ruedas rodar en el piso 18 del Palacio Salvo. Aparece una edición en vinilo uruguaya que le pertenece seguro al patrimonio de Galgomundo que no está preso. Libremente como las liebres dice: de nuevo en la ruta 61, que no se puede creer que exista en este planeta tierra. Dice cosas impresas que Dylan cantó, Como un vagabundo, o se necesita mucho para reír, se necesita un tren para llorar y un galgo para correr (digo yo y no la edición de SONDOR SA).

Todo esto hubo que decir para llegar al desenlace: el villano murió miles de veces, y acá les va el happy ending del ultimo galgo del mes con P de primavera en un día que parece que fuera otoño en alguna ciudad donde llueve y suena la del Diamond (no rings). Last but not least, cómo molesta esa pelusa que se te mete en los ojos.

Viva la radio,