Home

La celeste se pone colorada

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

La Copa América vivió después del mundial de 1930 una pausa de cinco años. La razón estaba en que Argentina y Uruguay habían roto relaciones futbolísticas por acusaciones mutuas y se negaban a participar de cualquier torneo sudamericano. No querían saber nada del otro. Era un divorcio rioplatense, y sin ellos no tenía sentido organizar ningún torneo. Eran las estrellas.

Por Homero Fernández

***

Comentarios