
Hay instrumentos que acarician, otros que sacuden. Algunos parecen hablar. Y hay uno, muy especial, que hace que la música quede flotando en el aire. Como suspendida. Como si el tiempo se alargara entre nota y nota. Ese instrumento es el vibráfono.
No golpea. No impone. El vibráfono conversa, reverbera, brilla. Tiene una dulzura única y una profundidad que no siempre ocupa el centro de la escena, pero cuando lo hace, no pasa desapercibido.
En Uruguay, hay un músico que lo ha elegido como su voz principal. Es Maxi Nathan: vibrafonista, compositor, percusionista. Un artista que viene del mundo clásico, que ha pasado por orquestas, conservatorios internacionales, y que hoy recorre su propio camino desde el jazz, la composición y la fusión.
Este sábado 19 de julio a las 21:00 horas, Maxi se presenta en Magnolio Sala con “Desde el vibráfono”, un espectáculo donde el instrumento no solo suena: dice, canta, sueña.

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Hoy lo recibimos para hablar de su recorrido, pero también de este instrumento tan especial.