
La guerra en Ucrania se ha convertido en uno de los conflictos estructurales del siglo XXI. No se trata únicamente de una confrontación militar entre dos Estados, sino de un nudo geopolítico donde confluyen disputas territoriales, equilibrios de poder, crisis del orden internacional liberal y redefiniciones profundas del sistema de seguridad europeo.
A más de una década del inicio del conflicto en 2014, y tras la invasión rusa a gran escala en 2022, el escenario actual combina una guerra activa, negociaciones indirectas, planes de paz en discusión y amenazas cruzadas entre Rusia y Europa que mantienen abierta la posibilidad de una escalada mayor. La línea que separa la contención de la confrontación directa es hoy más difusa que nunca.
En este contexto, han surgido propuestas de salida negociada —como el plan de paz impulsado por Donald Trump— que ponen sobre la mesa cuestiones sensibles: cesiones territoriales, límites a la soberanía militar de Ucrania, garantías de seguridad alternativas a la OTAN y una redefinición pragmática del derecho internacional. Estas iniciativas revelan una tensión central del momento histórico: ¿es posible alcanzar la paz sin justicia? ¿puede estabilizarse el sistema sacrificando normas fundamentales?
Paralelamente, Europa enfrenta un dilema estratégico. Mientras refuerza su apoyo a Ucrania y endurece su discurso frente a Moscú, también se ve expuesta a amenazas rusas explícitas e implícitas, que van desde la disuasión nuclear hasta la presión energética y la guerra híbrida. Rusia, por su parte, busca consolidar hechos consumados en el terreno, forzar una negociación desde una posición de fuerza y redefinir su relación con Occidente en términos de gran potencia.
Este programa propone analizar: el estado actual de la guerra, los planes de paz en circulación y sus verdaderas implicancias, el juego diplomático en curso, y el sistema de amenazas cruzadas entre Rusia y Europa; con una mirada rigurosa, geopolítica y desprovista de simplificaciones morales.
Porque entender este conflicto no es solo comprender Ucrania: es comprender hacia dónde se dirige el orden internacional y qué lugar ocupan, en ese nuevo escenario, la fuerza, la negociación y las reglas.









