Presentan: Instituto Crandon Gastronómico
Hoy tuvimos una sobremesa con una temática muy específica: el foodstyling. Tuvimos como invitados a profesionales que se dedican a dos áreas: por un lado, preparar la comida para su registro y por otro lado, alguien que suma a esos trabajos elementos o destaques.
Lo que luego vemos como un plato de comida apetitoso que casi podemos oler mirando la foto; lleva mucho trabajo. Como en todo, hay varias bibliotecas, y para eso nos acompañaron dos profesionales.
El Food Styling (o estilismo culinario) es el arte y la técnica de preparar y presentar alimentos de una manera visualmente atractiva para la fotografía, la publicidad, el cine o cualquier medio de comunicación visual. Su objetivo principal es hacer que la comida luzca lo más apetitosa, fresca y deliciosa posible en una imagen, apelando al sentido de la vista para despertar el deseo de probarla.
En esencia, el food stylist (estilista de alimentos) trabaja meticulosamente en la composición, iluminación, color y textura de los platos. A menudo, recurren a una serie de trucos y herramientas especializadas para lograr la "toma perfecta", ya que los alimentos reales pueden marchitarse, derretirse o perder su atractivo bajo las luces del estudio. Por ejemplo, pueden usar:
- Ingredientes poco cocidos (para que retengan su color y volumen).
- Sustitutos (como pegamento en lugar de leche o puré de papas para simular helado).
- Accesorios (pinzas, tijeras, jeringas, lacas, aceites, etc.) para manipular los detalles.
El Food Styling es crucial en la era digital, especialmente con el auge de las redes sociales como Instagram, donde la imagen de un plato puede ser la clave para atraer clientes a un restaurante o promocionar un producto alimenticio. Es una disciplina que fusiona la gastronomía con la fotografía y el diseño.
Les presentamos a nuestros invitados
Mechi Rodríguez Cabrera (@cocina.mechi)
Muchos la conocen como Mechi de las Masitas. Trabaja hace 30 años en el rubro gastronómico, y hace ocho descubrió el fascinante mundo del food styling. Fue el fotógrafo Diego Velazco quien la invitó a trabajar con él, y así comenzó esta nueva etapa de su camino creativo. Hizo varios cursos con Marcela Lovegrove y también fue coacheado con ella durante la pandemia.
A partir de esa experiencia, comenzó a trabajar en rodajes publicitarios, un espacio donde puede unir su amor por la cocina, la estética y la comunicación visual.
En su pagina web (www.mechi.com.uy), expone algunos de sus trabajos para marcas y las fotos de su empresa armadas con Diego y Marcela.
Gabriel Montiel (@gabriel.mont.3)
Gabriel se fue "haciendo" en diferentes especializaciones: el mundo de los refrescos, años de trabajo en cervezas, aguas y bebidas alcohólicas, y claro ¡la comida! Afirma que sigue enamorado de su trabajo y de lo que hace, igual que el amor que sintió cuando tenía 15 y llegó a aquel set de Leo Ricagni.
Desde porotos enlatados hasta los chocolates más finos del mundo, el universo de los alimentos y de los placeres gastronómicos, las bebidas y la coctelería, junto con los embriagantes alcoholes, vivió entre estos mundos pero con una particularidad: no era ni para comer ni para beber, sino para ¡filmar y fotografiar!
Platos apetitosos y bebidas heladas que mitigarían cualquier sed para el sentido de la vista, no el del gusto.
Desde muy chico la presentación de la mesa le era un juego placentero. Fue el nieto que abría los aparadores de la abuela y sacaba las porcelanas antiguas que nunca veían la luz. Incluso en lo cotidiano de la familia, cualquier evento era excusa para usar las copas, porque no eran un adorno ordenado en un estante, ¡eran para usar!
