
Presentan: Instituto Crandon Gastronómico
De Café Paraíso (@cafeparaisouy), chef Mauricio Oliveri en Constituyente 1866 ¡sin reservas! Estuvieron hace poco y hoy ¡vuelven! Catherine Rivero de Arazá Cocina Creativa (@catherinearaza), cocina slow food y con productos nativos y de estación, por último, Thomas Toba Bartesaghi, (@tobabartesaghi) consultor gastronómico hoy con varios proyectos de alto destaque (Quinquela y Hotel Serena en Maldonado).
No hace tanto que hablamos de otras novedades y esto es un disfrute. Desde La Sobremesa nos interesa -y mucho- movilizar a la audiencia, destacar y promover lo que ocurre tanto en Montevideo como en todo el país.
Les presentamos a nuestros invitados

Mauricio Olivieri
Si bien sus primeros trabajos no están directamente vinculados a la gastronomía, la cocina siempre ocupó un lugar central en sus intereses. Ya de joven adulto, decidió formarse profesionalmente y comenzó a estudiar gastronomía, dando inicio a un recorrido que lo llevó a asumir el rol de jefe de cocina en Jacinto, el restaurante de Lucía Soria. Durante ese período, complementó su formación con pasantías en cocinas de referencia como Estela (Nueva York), Proper y Gran Dabbang (Buenos Aires), experiencias que enriquecieron su mirada y su estilo.
En plena pandemia impulsó su primer emprendimiento propio junto a dos socios: República Rotisería, donde exploró una cocina cercana, cotidiana y bien pensada. En 2024 se despide de ese ciclo y emprende una nueva etapa junto a Francisco Supervielle y Gastón Labarthe: Café Paraíso, un espacio que celebra el encuentro entre el café, la cocina y una hospitalidad cuidada.
Café Paraíso (@cafeparaisouy), ubicado en Constituyente 1866, entre Yaro y Frugoni, abre de lunes a sábados de 9.00 a 19.30. No toman reservas. Los alcoholes están acotados a vermú Rooster, cervezas Malafama y vinos naturales de Nakkal. Hay variedad de cafés y tés, y bebidas frías a base de infusiones y almíbares con sauco y lavanda.
Tomas Bartesaghi (@tobabartesaghi)
A los 16 años entendió que su pasión era la cocina, que quería ser chef. Comenzó en lo que se suele llamar "la escuela de la vida", se formó y perfeccionó académicamente.
Este desafío profesional lo llevó a recorrer el mundo y aprender de las diferentes culturas de cada uno de los destinos en los que estuvo. En ese camino, se dio cuenta que hay puntos esenciales en un emprendimiento gastronómico que van mucho más allá de la cocina. Por esa razón, comenzó a estudiar todo lo relacionado con la administración y gestión de emprendimientos gastronómicos. En ese momento visualizó la importancia de la gestión gastronómica, y comenzó a capacitarse en puntos claves como administración y RRHH. Hace más de 20 años que se dedica a dirigir la empresa Tomás Bartesaghi Consultorías / Auditorías Gastronómicas.
Quinquela (@quinquela_uy), distrito El Globo en la Ciudad Vieja
De la mano Bartesaghi, con vasta experiencia en cocinas de alto nivel en España, Francia y Argentina, y junto a Leandro Rosas, especialista en cocina de autor que lleva más de 20 años de experiencia en hoteles, eventos y restaurantes de alta categoría; la propuesta culinaria de Quinquela se construye sobre una premisa simple pero poderosa: hacer de cada comida una experiencia sensorial que evoque la vida del puerto, los sabores de barrio y el cruce de culturas que definió a la región. Como una pincelada sobre la memoria colectiva, los platos combinan tradición e innovación, con ingredientes nobles y un respeto profundo por el origen.
Desde recetas que honran la cocina de las abuelas inmigrantes hasta creaciones contemporáneas que reinterpretan lo local con una mirada global, Quinquela invita a sentarse a la mesa con todos los sentidos abiertos. La experiencia va mucho más allá de lo gastronómico: sucede en un entorno arquitectónico excepcional, ubicado en el antiguo hotel del siglo XIX, hoy completamente restaurado, y acompañado por una colección de arte que incluye piezas originales de Benito Quinquela Martín; un espacio único en Montevideo, y en toda Latinoamérica.
Catherine Rivero (@catherinearaza)
Catherine es egresada de la Escuela de Hotelería de la UTU y se especializó en pastelería con formación y posgrado en el Instituto Gato Dumas. Además, amplió sus conocimientos con estudios en pastelería en Buenos Aires y cuenta con una certificación como especialista en té por la Facultad de Química. Con más de 15 años de trayectoria, descubrió su pasión por los productos nativos, integrándolos a su propuesta culinaria.
Hace 10 años fundó Arazá (@arazacocinanativa), un restaurante que prioriza ingredientes naturales y una cocina auténtica, alineada con la filosofía Slow Food. En 2024 consolidó su proyecto en una nueva casa, ampliando su capacidad y desarrollando experiencias ecogastronómicas. Su compromiso con la sostenibilidad la llevó a recibir el Sello Verde, reafirmando su enfoque en una cocina responsable y en armonía con el entorno. Además, fue ganadora de un fondo concursable del Ministerio de Educación y Cultura en el área de Memoria y Tradición, lo que le permitió conocer de primera mano la obtención de productos maravillosos, ponerlos en valor y fortalecer su vínculo con los productores locales.
En Arazá, lo autóctono es el alma de su cocina. Cada plato está pensado para resaltar los sabores de la tierra, conectando con la identidad gastronómica uruguaya. Es un espacio en constante expansión, con una mente inquieta que busca transformarse y dar vida a nuevos proyectos. En esta nueva etapa, abrirán una cafetería criolla, lanzarán un blend exclusivo de frutos nativos y traerán de regreso la cerveza Arazá, reafirmando su compromiso con la innovación y el rescate de los sabores autóctonos.
Según Catherine Rivero, ser mujer en el mundo culinario tiene “sus pros y sus contras". Dice: "En un ámbito considerado de hombres, como pasa en tantos otros, hubo que abrirse camino a puro talento, pero siempre fui fiel a mi filosofía, que después de una década y en el medio una pandemia, hoy sigue intacta, y eso no es poco decir”.









