La Sobremesa

Panadería nostálgica: napoleones, besitos y borrachos, tres dulces clásicos discontinuados vuelven a los barrios

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Presentan: Instituto Crandon Gastronómico

Apoyan: Alimentos Deambrosi y The Labb Coffee Roasters

En esta Sobremesa nos adentramos en el mundo de los farináceos (una forma mucho más elegante de hablar del pan, la harina y los bizcochos), pero desde una óptica particular, la nostalgia.

El Centro de Panaderos del Uruguay (CIPU) y con motivo del Mes de la Nostalgia, desde el 11 hasta el 31 de agosto volverán a las panaderías artesanales tres dulces clásicos que estaban discontinuados: napoleones, besitos y borrachos.  

Ya son más de 40 panaderías de Montevideo, Canelones, Cerro Largo, Lavalleja, Río Negro y Soriano las que se unieron a esta campaña que tiene como lema "Las panaderías de barrio vuelven a hornear recuerdos". 

Para garantizar la correcta elaboración de estas recetas tradicionales, el CIPU organizó una clase demostrativa en su Instituto Tecnológico del Pan (ITP) con panaderos de todo el país, transmitiendo el conocimiento y los secretos de estos productos que fueron quedando en el olvido, pero que hoy resurgen con toda su historia. 

Adriana de panadería Del Patriarca, María Inés Moraes, Carina Novarese, Federico Puja. Agustín Fernández nos acompañó vía zoom.

En la web del CIPU encontrarán el mapa con las panaderías adheridas a esta campaña.

Invitados:

María Ines Moraes

Doctora en historia económica y profesora titular en la facultad de ciencias económicas y administración de la universidad de la república, investiga sobre la historia agraria del país, los paisajes agrarios del pasado y otros temas de historia económica, con énfasis en el periodo colonial y el siglo XIX.

María Inés llegó a La Sobremesa con esté punto de vista: el rol del pan en la alimentación durante el siglo XVIII y XIX, con una mirada sobre la producción del trigo por la elaboración de la harina, los tipos de pan, las panaderías, panaderos y panaderas (porque había mujeres en el ramo). Pero hay algo más, los conflictos que se armaban cuando escaseaba el pan.

Agustín Fernández, panadero de Solis de Mataojo (@panaderia_solis)

Es panadero de tercera generación y actual responsable de producción en panadería Solís, una institución con más de 100 años de historia en la comunidad. Su abuelo adquirió la panadería en el año 1960 y desde entonces, su familia ha trabajado con dedicación y pasión para mantener viva la tradición de la panadería artesanal. Agustín recuerda ir a jugar a la panadería con sus primos y ver a los panaderos trabajar. "Me siento orgulloso de seguir los pasos de mi abuelo y mi padre", dice Agustín. 

Federico Puja, Panadería Plus Ultra, ubicada en Garibaldi 2712 (@panaderia.plusultra) 

También es tercera generación de panaderos, en este caso, nieto de abuelo gallego. El padre abrió varias panaderías, el siguió con una y ahora abrió una segunda panadería. Es oficial de marina y es directivo del centro de panaderos.

Adriana de panadería Del Patriarca, ubicado en Río Branco 1524 

Trabaja junto a su marido a cargo de la panadería, atendiendo mostrador. José, su marido está en el horno. Ella es hija de panaderos. La familia de su marido compró la panadería de sus padres ubicada en el centro hace 50 años, siempre con el deseo de tener la panadería propia. El padre falleció joven, y su marido -con su familia- siguieron y construyeron Del patriarca, que por eso se llama así: como homenaje al fundador de la idea.

Allí es donde los tertulianos Alejandro Abal y Juan Grompone compran los napoleones cada viernes antes de venir a Radiomundo para la redacción y compañeros. es un ritual que no acepta mala condiciones del tiempo o apuro. Los napoleones ¡llegan! Pero además tienen historia

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