Como J.D. Salinger, pero mucho más tranquila

El lector que desee conocer la voz, la cara, las opiniones de esta escritora estadounidense nacida en Minneapolis, Minnesota, en octubre de 1941, galardonada en su momento con un Premio Pulitzer y un National Book Award, seguramente tendrá algunas dificultades. Casi no concede reportajes, casi no asiste a eventos literarios, casi no se deja fotografiar. Es, sin embargo, una de las más importantes autoras vivas de las letras americanas.

En su columna, Natalia Mardero explicó las razones de esa reserva y ese silencio —que tienen que ver con sus orígenes y que nada tienen de dramáticos o de polémicos, a diferencia de lo que pasaba, por ejemplo, con el legendario autor de El guardián entre el centeno, el oscuro J.D. Salinger— pero sobre todo ponderó su diversa y considerable obra narrativa, que floreció en los años sesenta y que continúa luciendo sus colores, por ejemplo en este 2020 en que conocimos Clock Dance, El baile del reloj en nuestro idioma, novela publicada por Lumen, de la que dijo Natalia: "es una preciosa novela; tiene una prosa clásica, les aseguro que nos hace pasar muy bien".

—