
RA —Supongo que la fecha fue por la interpelación, se apuntó a una fecha lo más próxima posible a la interpelación. Pero usted dice que esos datos deberían estar cada semestre.
GM —Lógico, como se hace siempre. Las cifras siempre se exhiben semestral y anualmente.
RA —¿El criterio de medición de las rapiñas, que usted dice que cambió en el último tiempo, puede tener que ver en esa baja de 3,1 % que señala el ministro?
GM —Hasta que el ministro no exponga en la página del MI los datos y explique las tentativas de rapiña por un lado, las rapiñas consumadas por otro y la suma, no lo podemos conocer. Eso no lo explicitó ayer.
RA —El ministro destacó que el PADO ha sido muy exitoso para reducir el número de rapiñas en Montevideo, donde, dijo, se cometen el 80 % de estos delitos. ¿Cuál es su evaluación del PADO como tal? Recordemos que es una iniciativa que implica que el personal está dedicado de manera exclusiva a este programa. Son unos 500 efectivos, en su totalidad del Grupo de Reserva Táctica, y trabajan en distintas zonas de Montevideo, sobre todo identificando lugares puntuales, por lo sensibles y porque allí se ha registrado una alta ocurrencia de rapiñas.
GM —Nos parece correcto e importante potenciar el patrullaje. Obviamente el patrullaje intensivo es prevención y es disuasión, pero se está centralizando en las ocho microzonas que menciona el ministro. Y como el ministro y el subsecretario han reconocido, el delincuente, el delito se va trasladando, se va moviendo. De hecho también tenemos incidentes de homicidios y de rapiñas en el interior, que antes eran algo poco común. El ministro ha dicho que lo va a extender, bienvenida sea la extensión; ayer reconoció que tiene policías más que suficientes y un presupuesto económico también muy bueno para realizar esto. Lástima que el gobierno del Frente Amplio (FA) tardó 11 años en empezar a implementar alguna medida que le dé resultado.
RA —¿Cómo se puede atacar ese aspecto que usted señala? El PADO como tal, si bien puede ser más abarcativo, no puede extenderse totalmente, y por otro lado tiene la contra de que puede llegar a trasladar el delito. Entonces, ¿qué evaluación hace de la herramienta como tal?
GM —La herramienta es buena, pero hay que ampliarla, si no no va a dar los resultados esperados o que todos esperamos. En los informes que realizamos periódicamente hacemos una evaluación de los delitos y una serie de propuestas. En los últimos informes en la serie de propuestas y del rol del MI destacábamos que uno de ellos es la prevención y la disuasión. Eso significa desarrollar un patrullaje intensivo, y ahí tenemos una diferencia con el MI. El MI ha concentrado la policía en los famosos distritos, uno va a la seccional 14, sobre avenida Italia, y ve al lado uno de los distritos una cantidad de patrulleros estacionados. No tendría que haber ningún patrullero estacionado, todos tendrían que estar circulando en la calle, patrullando.
Además entendemos, a diferencia del ministerio, que en vez de los distritos lo que hay que potenciar son las comisarías o seccionales de barrio, porque son el centro neurálgico de la descentralización. También hay que analizar el comportamiento delictivo, el movimiento delictivo, a través de un mapa, que se llama mapa del delito georreferenciado, para saber cómo se va trasladando el delito. Creemos que el ministerio tiene la capacidad de funcionarios y de recursos económicos como para extenderlo a nivel nacional y en Montevideo ni que hablar, ya que en Montevideo se concentran el 82 % de las rapiñas.
EC —Viendo ahora números más de largo plazo, durante la interpelación Bonomi aseguró que desde el retorno a la democracia las rapiñas siempre han evolucionado al alza, y prometió que en este gobierno ocurrirá lo contrario, se reducirán.
(Audio Eduardo Bonomi)
Ningún presidente desde el año 1985 terminó su mandato con menos rapiñas que cuando empezó. Podrá haber habido algún año en que ocasionalmente bajó la rapiña, pero al otro año se multiplicó y el resultado ha sido el aumento constante por período de gobierno. Nosotros estamos asegurando que en esta administración por primera vez desde el retorno democrático tendremos al final del período menos rapiñas que cuando empezamos. Y para eso nos hemos fijado una meta del 30 %.
(Fin audio)
EC —¿Cómo observa esa constatación que hacía Bonomi: en todos los gobiernos del 85 en adelante las rapiñas aumentaron?
GM —Es absolutamente falso, el ministro ahí está equivocado o está mintiendo. Voy a pensar que no está mintiendo y que está realmente equivocado. UyCheck lo ha demostrado y ha salido en la prensa que en los años 83, 84, 88, 91, 94, 98, 2001 y 2003 las rapiñas descendieron tanto en Montevideo como a nivel nacional.
RA —Pero ahí puede haber una diferencia en el período, porque Bonomi consideró el último año de gobierno contra el primero. Y dijo que algún año podía haberse constatado una baja.
GM —El ministro va cambiando su discurso. Eso lo dice ahora, pero antes, en ADM, en el diario El País, en el programa En la Mira de VTV, el ministro ha dicho cosas como que desde 1980, cuando se empezaron a registrar las rapiñas, hasta ahora, nunca hubo un período de baja de ese delito en Montevideo. Eso es falso. Luego el ministro ha reafirmado que desde hace 31 años, desde el retorno a la democracia, en el 85, nunca disminuyeron las rapiñas. Como se dio cuenta de que estaba equivocado, ahora compara el primer año de gestión de gobierno y el último. El gobierno del FA empezó este período en el 2015, cuando lleguemos al 2019 y termine vamos a poder comparar y ojalá tenga razón y hayan bajado las rapiñas. Creo que todos los uruguayos estamos interesados en que bajen los delitos.
EC —Pero si nos atenemos a las cifras como las planteó ayer Bonomi, ¿usted coincide en que en todos los períodos de gobierno desde el 85 en adelante, si comparamos el final de la administración con el comienzo, las rapiñas crecieron?
GM —En casi todos ha habido picos en los que las rapiñas han descendido y picos en los que han subido. Usted me está hablando de comienzo y final del período de gobierno.
EC —Sí, porque así fue como lo planteó: el saldo, el resultado siempre ha sido el aumento en cada período de gobierno.
GM —Tendría que repasar las cifras. Sí, hay que períodos en que sí, porque en el 98 bajaron y en el 99 volvieron a subir un poco, en el 2004 –que fue el último gobierno de un partido tradicional– habían subido un poco con relación al año anterior, el 2003, en el que habían bajado con relación al 2002. Pero lo que tomamos como constancia es un momento arbitrario. Dentro de la correlación que va desde 1980, que es desde cuando se lleva registro de rapiñas, hasta el 2015, vemos altas y bajas, pero la constante cambia justamente a partir de 2005, ahí saltamos de esas altas y bajas a una permanente subida y aumento de las rapiñas, que ojalá se invierta.
EC —¿Cómo analiza la meta que Bonomi expuso ayer y que ya se había anunciado en la campaña electoral, de bajar 30 % las rapiñas al final del período? ¿Es alcanzable?
GM —Indudablemente es una meta ambiciosa. No puedo pronosticar cuántos homicidios van a ocurrir en el día de hoy ni cuántas rapiñas va a haber mañana, es imposible para cualquiera hacer un pronóstico de lo que va a ocurrir en esta materia que es tan sensible. Sí apostamos a que el ministro tenga razón y tenga los resultados positivos que hasta ahora lamentablemente no ha podido exhibir.
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