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Entrevista central, viernes 28 de octubre: Guillermo Maciel

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RA —Otra cifra que fue debatida ayer fue la de homicidios. ¿Cómo observan ustedes la evolución que ha tenido este delito en los últimos años?

GM —En los últimos años el ministro Bonomi y su gestión han logrado algo increíble, que es récord en rapiñas, récord en homicidios, al tal grado que el promedio del año pasado da un hurto cada 5 minutos, una rapiña cada 30 minutos y un homicidio cada 30 horas.

En la pregunta anterior, que vamos a vincular con esta, tú me preguntabas si se van a cumplir las metas del ministro, que son muy ambiciosas. Ya que el ministro decía que había que hablar en serio, es poco serio hacer futurología y saber lo que va a pasar de acá al 2019. Lo que sí sabemos es que en el 2001 y del 2011 para atrás el promedio de homicidios en nuestro país se acercaba a los 200 homicidios y el año pasado terminamos en casi 300. Esa suba –según datos oficiales, 289– es realmente dramática, más allá de que salgamos a explicar que los homicidios son ajustes de cuentas o son rapiñas, porque cuando matan a una persona no hay homicidio de primera y de segunda, es un uruguayo que terminó muerto en un episodio de violencia.

RA —Allí sí ustedes tienen una diferencia en la contabilización de los homicidios.

GM —Sí, es una diferencia menor numéricamente. Contabilizamos 10, 15, 20 homicidios más, que son los homicidios justificados. Es muy curioso, porque el gobierno argentino de Macri acaba de publicar luego de ocho años por primera vez estadísticas sobre delitos en Argentina, y cuando detallan los homicidios aclaran que también contabilizan los homicidios justificados.

RA —¿Qué quiere decir eso?

GM —Un ciudadano que abate a un delincuente en legítima defensa o un policía que abate a un delincuente en cumplimiento del deber. Esos casos, de acuerdo al Código Penal de acá y de cualquier parte del mundo, son homicidios. Lo que ocurre es que el Código Penal prevé una norma específica que exime de responsabilidad por ese ese homicidio, en virtud de que se realizó por legítima defensa o en cumplimiento del deber en el caso del policía. Pero se contabiliza para conocer el nivel de violencia que hay en una sociedad o la cantidad de muertes ocurridas en una sociedad en forma violenta.

RA —El MI en su observatorio no contempla esos dos tipos de muerte, ni las producidas por policías ni las ocurridas en legítima defensa.

GM —Las contemplaba y contabilizaba hasta el año 2011 inclusive, a partir de 2012 solo contabiliza los homicidios criminales.

RA —¿Cuál es la metodología que utilizan en la Fundapro para llevar ese registro completo?

GM —En este caso es mucho más sencillo, porque no todas las rapiñas salen publicadas en la prensa ni todas las rapiñas se denuncian. En nuestro país hay entre 40 % y 46 % que no se denuncia, de acuerdo a los índices de victimización en Uruguay. Pero los homicidios no se ocultan, los homicidios aparecen, se denuncian o se encuentran las víctimas. Entonces el 99 % de los homicidios salen y se ven reflejados en la prensa, en medios gráficos, en medios radiales, en medios televisivos. Revisamos toda la prensa que se emite diariamente y llevamos una cuenta. Nos podemos equivocar en menos, nunca en más, porque la prensa no publica homicidios de más, no inventa homicidios, por tanto normalmente nuestras cifras tienden a estar por debajo de las del MI en cuanto a homicidios criminales. El MI sí recibe la información de cada seccional policial, de cada jefatura y generalmente tiene un número un poquito mayor que el nuestro en homicidios criminales.

RA —¿Ustedes no contrastan esa información que sale en la prensa y de la cual hacen relevamiento con la que suministra el Poder Judicial, por ejemplo?

GM —Sí, por supuesto, cuando el Poder Judicial publica cifras también las comparamos, y a veces hay diferencias entre el MI y el Poder Judicial, en la medida en que el MI entiende que se cometieron equis cantidad de homicidios y el Poder Judicial va a hablar de homicidio en la medida en que se procesó y se condenó a una persona por ese homicidio, cuando la etapa judicial está totalmente completa. Los datos que nosotros recabamos son de relevamiento de prensa, es una forma de tener un paralelo para comparar la evolución de esos delitos.

RA —El ministro dijo ayer que entre el 1.º de enero y el 23 de octubre de 2016 se produjeron 5,7 % menos homicidios que en el mismo período de 2015. ¿Qué dice de ese dato?

GM —Nosotros comparamos semestres y anualidades, como dije hace un rato. Al día 25 de este mes llevamos contabilizados 217 homicidios, que son algunos menos que en el mismo período del año pasado. Lleguemos a fin de año, cerremos el año o comparemos el primer semestre. Lástima que el MI no brindó la información del primer semestre.

RA —Estas diferencias en materia metodológica llevaron al ministro a plantear la creación de un sistema de información sobre seguridad pública que incluya a la Universidad de la República (Udelar), al INE y al Poder Judicial. ¿Qué le parece esta iniciativa? ¿Cree que con ella se saldarían las diferencias metodológicas a la hora de contabilizar ciertos delitos?

GM —Seguramente contribuya, no cabe la menor duda de que si el ministro tiene dudas de sus propios funcionarios y de la información que se le acerca, esta idea de crear un observatorio nacional con participación de la Udelar, las facultades vinculadas al tema y el Poder Judicial no es mala ni la descartamos. Lástima que oficialmente el ministro no pueda confiar en sus propios datos. Es más, el propio director Donnangelo, que es el que está a cargo del Observatorio, cuestionó al ministro, dijo que este estaba mal asesorado. Entonces hay un cortocircuito ahí, el ministro dice que su propio Observatorio tiene una metodología que no le brinda absoluta confianza y el director del Observatorio dice que el ministro está mal asesorado. Realmente bastante inédito.

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