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Canciller Nin Novoa: “En Venezuela hay elementos que no se condicen con la excelencia democrática”

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EC – ¿Entonces, a propósito de lo que preocupa al PIT-CNT, que dice que hay que rechazar el ingreso al TISA porque “pondría en riesgo el patrimonio y la soberanía nacional con la intención de liberalizar y desregular los mercados”?

RNN – No, no, no. Es una visión equivocada desde nuestro punto de vista. Creo que hay que estar, porque no estar es peor. No estar significa quedar afuera, perder acceso a mercados.

EC – ¿Cuáles serían las ventajas de un acuerdo como este para el caso de Uruguay? ¿Para qué tipo de empresas?

RNN – Por ejemplo, para los servicios profesionales no permanentes: servicios jurídicos, servicios arquitectónicos; hay muchos estudios, le nombro uno que todos conocemos, el estudio arquitectónico de Carlos Ott. Se trata de que no haya restricciones para el acceso a otros mercados donde se puedan desarrollar estas actividades, y que solo se graven tributariamente en la fuente, es decir, donde se generan.

Que no haya restricciones significa que haya libertad para aquellas cosas en las que acordemos. No vamos a acordar que haya libertad para la refinación de petróleo en Uruguay ni para cambiar la telefonía básica, ni en algunos otros temas. Pero tenemos interés en desarrollar otros. Entonces no vamos a perder ningún grado de soberanía porque el país no va a firmar una cosa de esas.

Por otro lado, hay que hacer una consulta con el Frente Amplio (FA), que es el partido de gobierno, y con el resto de los partidos políticos, para ver cuál es la opinión que tienen al respecto.

EC – La página web de la Comisión Europea destaca que “las negociaciones por el TISA se realizan en reserva”. Sin embargo, allí mismo se aclara que “la Unión Europea se esfuerza por ser lo más transparente posible”. Y se incluye información en ese sentido: su equipo de negociadores informa periódicamente al Parlamento Europeo y al Consejo, órgano de representación, a los gobiernos de los Estados miembros. La Comisión también organiza reuniones frecuentes con las empresas y con la sociedad civil. Por lo visto, hay una exigencia de reserva pero igual hay márgenes para intercambiar.

RNN – Por supuesto.

EC – En Uruguay esto hasta ahora no había ocurrido.

RNN – No, porque la primera reunión en la que participó Uruguay fue en febrero, antes de asumir el nuevo gobierno. La próxima es ahora en abril.

EC – ¿Cómo piensa manejar este aspecto el gobierno?

RNN – Con la filosofía con la que hemos encarado este nuevo gobierno: con una amplia participación de los partidos políticos, de la sociedad civil y también de los interesados. No tenemos ningún inconveniente en manejar esto de una manera colectiva, porque sabemos que no somos los poseedores de la verdad absoluta; en consecuencia, mucho mal le haríamos al país si creyéremos que esto lo vamos a resolver solos.

EC – ¿Y qué dice a propósito de los análisis y declaraciones de dirigentes políticos que comparan esta tormenta con la discusión a propósito de un TLC con Estados Unidos que se dio en el primer gobierno de Tabaré Vázquez y que terminó mal, frenando aquella intención?

RNN – Los TLC con Estados Unidos ya a esta altura son absolutamente inviables, Estados Unidos no está haciendo TLC vis-à-vis, bilaterales. Estados Unidos está negociando con bloques de países, está negociando con el bloque del Pacífico, está negociando con la Unión Europea, por lo tanto aquello es inviable.

EC – Pero el TISA como problema político, ¿no puede ser un dolor de cabeza para el gobierno Vázquez como lo fue aquel?

RNN – Sí, claro, puede ser un dolor de cabeza. Pero el que no quiera tener dolores de cabeza en el gobierno que se dedique a otra cosa. Todos los días hay dolores de cabeza. Nosotros estamos dispuestos a abordar estos problemas con la cabeza abierta, eso es lo que tenemos que hacer. Y tenemos aliados, la Unión Europea –tengo algunos informes que enseguida pedí a nuestra delegación en Ginebra– dice que las empresas fuera de sus fronteras no podrán recibir fondos públicos en los sectores de medicina o de servicios sociales. La Unión Europea no tiene la intención de tomar compromiso de acceso a mercado en servicios de salud financiados con fondos públicos, en servicios sociales, de educación, de suministro de agua y películas y televisión. De ahí la importancia de diferenciar entre el método de negociación de un TLC y el de un TISA. El TISA se negocia sobre listas negativas, el Uruguay va a decir qué es lo que no quiere negociar, y el resto lo negociará.

EC – Según informaba La Diaria, la semana que viene, entre el 11 y el 15 de abril, Uruguay deberá presentar sus compromisos específicos de acceso a mercados en los distintos sectores e incorporar la lista de excepciones de los sectores que el país busca preservar. ¿Eso ya está preparado, ese punteo ya está pronto?

RNN – No es así, no es una información correcta. Todos los sectores involucrados han sido citados, los públicos, los ministerios, el Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Industrias, la Administración Nacional de Puertos, el Banco Central, etcétera. Nosotros somos ofensivos en software, en servicios profesionales temporarios, en logística, en biotecnología, en servicios arquitectónicos y jurídicos. Y somos defensivos en materia de monopolios.

Esto recién empieza. Ya tenemos designada a quien va a ir por Uruguay entre el 11 y el 15 de abril, va a ser la embajadora Brígida Scaffo, que va a apoyarse también en los servicios que hay en Ginebra. Y nos parece importante que también la Administración Nacional de Puertos vaya a esa reunión, porque hay una bilateral con Noruega por el tema de los puertos que mencioné al principio. Pero no hay obligación de presentar nada concreto dentro de 10 días.

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