HS —Desde mi punto de vista, dos de ellos son absolutamente alejados de la realidad. Por ejemplo, en ese texto se dice que en el Uruguay y en España tenemos el mismo número de muertes por violencia de género, cuando en realidad en el año 2016 hubo 16 muertes por violencia de género en el Uruguay y entre 44 y 51 en España. Son las cifras oficiales de Uruguay y de España.
TH —La cifra oficial de Uruguay dice que hubo 29 muertas.
HS —No, las cifras oficiales del Observatorio hablan de 16 muertes…
TH —No, lo lamento, y si está July Zavaleta le pido que nos llame por teléfono.
HS —Por favor, hacé llamar, porque es importante saber si se está mintiendo o no.
TH —Si está July Zavaleta escuchando, quiero que nos diga.
EC —De todos modos, aun si la cifra fuera 29, con los números que está manejando Hoenir no coincidirían los dos datos.
TH —Históricamente hemos tenido la misma cantidad de muertes en términos absolutos.
HS —No, en términos absolutos no.
TH —En términos absolutos. Y además, aunque esa diferencia…
HS —No es verdad.
TH —Es verdad.
EC —Ese era un punto que tú mencionabas. Había otro.
HS —Ese punto es falso. El otro punto es que se dice que las mujeres ganan 25 % menos que los hombres por hacer el mismo trabajo. Eso también es absolutamente falso, porque en el Uruguay toda la actividad pública está establecida de acuerdo a un presupuesto, en el cual no hay ninguna diferencia de género.
TH —Pero en el mundo de lo privado sí.
HS —No, no, no. En el mundo de lo privado los salarios están laudados en el 90 % de las actividades y no existen categorías por sexo. Entonces decir que las mujeres ganan 25 % menos por hacer el mismo trabajo es falso.
TH —Ahí me baso en las estadísticas del INE, en las estadísticas de la Facultad de Ciencias Sociales, en los estudios que han hecho colegas y economistas. Me baso en los datos oficiales que hay al respecto, no estoy inventando los datos.
HS —No, no, tú te estás basando en datos que no son ciertos, porque no hay posibilidad de que en el Uruguay, por el mismo trabajo, algunas personas ganen menos. Te desafío a que me digas tres empresas, tres ámbitos de trabajo donde eso ocurra y lo podemos verificar. Decime tres lugares donde eso ocurra.
EC —Tú decís, Hoenir, que puede haber, y seguramente hay, situaciones, pero que en una cantidad de sectores de actividad, para empezar en el Estado y después en empresas reguladas por convenios colectivos, eso no se da.
HS —Claro, no se da. Entonces no se puede dar ese número como general.
TH —Creo que –y Hoenir sabe de esto más que yo– una cosa son las letras, una cosa son los trabajos y otra cosa es la realidad. Puede haber un muy lindo convenio, pero cuando una mujer entra a un trabajo muchas veces se le sigue preguntando si piensa tener hijos, si no los piensa tener…
HS —Eso no tiene que ver con que le paguen menos.
TH —¿Puedo seguir?
HS —Sí, pero tratá de atenerte a la realidad.
TH —Me estoy ateniendo a la realidad. En este país está prohibido que haya trabajo femenino y masculino, y sin embargo el diario El País lo publica así todos los domingos, por un lado el trabajo femenino y por otro el trabajo masculino. Hay una ley que dice que no se puede discriminar y sigue saliendo todos los domingos trabajo femenino, trabajo masculino. Entonces que me vengan a decir que hay laudos, que hay esto, que hay lo otro, cuando en realidad los estudios que profundizan en esto demuestran claramente que hay una brecha salarial entre varones y mujeres…
HS —Nombrame tres ámbitos donde eso ocurra y lo voy a verificar. Tres empresas.
TH —La gran mayoría de las empresas privadas.
HS —Tres empresas, dame algún nombre.
TH —No puedo dar nombres.
HS —No podés dar nombres porque no es cierto.
